Petite Maman
9Nota Final
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8.0

Entre los estrenos más significativos del reciente cine europeo, coinciden este año diversas películas cuyo eje común es la expresión de una mirada adulta, compleja, poliédrica, hacia la infancia y sus desafíos en nuestra sociedad. Por citar algunos ejemplos: Annette, la última cinta del cineasta francés Leos Carax, ganadora del Premio a Mejor director en Cannes; The Innocents, realizada por el noruego Eskil Vogt, de próxima llegada a salas, que también pasó por La Croisette con grandes alabanzas; y Petite Maman, la nueva película de Céline Sciamma, ganadora del Premio del público en la Berlinale y en la Sección Perlas de San Sebastián. Las tres, más allá de sus grandes diferencias de contenido y estilo, son obra de tres autores geniales que utilizan en sus últimos films el protagonismo infantil paraplasmar la fragilidad de los vínculos humanos y la importancia de la búsqueda de nuestra propia voz, nuestro lugar en el mundo, en la construcción de la personalidad.

En la presente película, Nelly (Joséphine Sanz), una niña de 8 años, acaba de perder a su abuela materna y junto a sus padres vuelve a la casa familiar donde creció su madre para recoger las pertenencias. Allí conoce a Marion (Gabrielle Sanz), una niña de su edad con la que establecerá una hermosa amistad, al mismo tiempo que le permitirá descubrir el universo infantil de su madre, espejo en el que reflejarse y proyectar su propio yo.

Petite Maman Céline Sciamma

La directora de Tomboy (2011), Céline Sciamma se sumerge de nuevo en una de las constantes temáticas de su filmografía, el mundo de la infancia, sus emociones, inquietudes y miedos, para elaborar un magnífico retrato sobre las relaciones maternofiliales. Petite Maman es una fábula fantástica sobre el amor entre una madre (Nina Meurisse) y su hija, sobre el miedo al abandono, la construcción de la identidad femenina y la (re)conexión con los lazos familiares.

Uno de los aspectos más destacados del film es su guión, obra de Céline Sciamma , un juego de simetrías y significados magnífico por su concisión y claridad y lleno de pequeños detalles a descubrir. La narración se ve reforzada por una puesta en escena que sabe sacar partido a cada gesto, a cada movimiento de los personajes en el espacio fílmico, y por el gran trabajo de todas las actrices, en especial de las dos niñas, las hermanas Josephine y Gabrielle Sanz, que construyen una relación que respira una gran autenticidad en todas sus escenas. Asimismo, también es excelente la dirección de fotografía, obra de Claire Mathon, habitual de las películas de Sciamma.

Petite Maman Céline Sciamma

En medio de tantos estrenos olvidables que intentan impactar a los espectadores por medio de elevadas dosis de grandilocuencia y artificiosidad, Céline Sciamma, tras esa obra maestra llamada Retrato de una mujer en llamas (2019), nuevamente consigue lo extraordinario: emocionar desde la sencillez; perdurar a partir de lo cotidiano. Por todo ello, id al cine a ver Petite Maman: la última película de una de las mejores cineastas de nuestro tiempo.

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