Después de 9 intensos días de cine, despedimos hoy una nueva edición del Festival de Sitges con una muestra de la heterogénea que nos trae cada año el certamen, con un poco de animación, un poco de introspección para retratar a un asesino y mucha locura de la mano de Sion Sono y Nicholas Cage.
THE DEER KING
Dentro de Especial Fantástico hemos podido ver la última propuesta de animación de este año en el festival y la firmaban dos grandes nombres como son Masashi Ando (director de animación de maravillas como Your name, Paprika, Tokyo Godfathers, El viaje de Chihiro y otras muchas) y Masayuki Miyaji (miembro del equipo detrás de Ataque a los titanes).
En The Deer King, los dos nos trasladan a una tierra medieval en guerra entre dos reinos, donde un antiguo soldado, ahora esclavo, logra huir acompañado de una niña mientras una plaga que propaga una misteriosa enfermedad se esparce. Él mismo resulta infectado pero es inmune y podría convertirse en la clave para encontrar un remedio a ese mal ligado a una leyenda y de paso traer la paz.

Con esta historia de elementos fantásticos basada en una novela de Nahoko Uehashi, The Deer King combina las intrigas políticas y bélicas con la relación paternofilial que se establecerá entre Van y la pequeña Yuna durante su huida de las autoridades. Es en el desarrollo de esta relación, del crecimiento de los personajes y de la atención que pone en los animales y la naturaleza que la película tiene sus puntos fuertes.

Sin embargo, y por aquello de que las comparaciones son odiosas, la película se queda corta en el símil que algunos le han querido encontrar con La princesa Mononoke. Sí se notan las influencias del tiempo pasado por Masashi Ando en el estudio de Miyazaki, pero sin ponerlas al mismo nivel, The Deer King merece ser disfrutada por sí sola como una estimable cinta de aventuras y con una bonita historia de amor paterno-filial.
NITRAM
En la despedida de la Sección Oficial cambiamos totalmente de género e historia para acercarnos a Nitram. La nueva película del australiano Justin Kurzel (Macbeth, Assassin’s Creed, La verdadera historia de la banda de Kelly) nos acerca a la persona que se convirtió en asesino en masa de unos hechos reales.
En 1996, en Port Arthur, Tasmania, un hombre provocó una masacre al disparar con un fusil semiautomático matando a 35 personas e hiriendo a otras 23. Un acto que provocó un cambio en la legislación del acceso a las armas en Australia. Nitram nos presenta a su autor (interpretado por Caleb Landry Jones) e intenta indagar en qué fue conformando su personalidad y las razones que le llevaron a cometer la atrocidad.

El guión de Shaun Grant (Mindhunter, La familia Bloom) se centra de hecho en el final de este proceso, con un Nitram ya adulto y muy afectado por sus pocas habilidades sociales, la relación con su entorno y con su madre (Judy Davis), al límite de la depresión y que explotará de la forma terrible que conocemos.
Es pues Nitram un film bastante íntimo e introspectivo, que toma fuerza de la interpretación de Caleb Landry Jones pero que a pesar de apuntar temas de interés tiene un desarrollo lento y en el que a ratos se le echa de menos más profundidad en el análisis de los condicionantes sociales más allá del carácter del propio protagonista.
PRISONERS OF THE GHOSTLAND
Y ya cerrando la sección Especial Fantàstic, nos encontrábamos con una dupla de la que no sabíamos si esperar lo mejor o lo peor: Sion Sono y Nicolas Cage. En Prisoners of the Ghostland nos trasladan a Samurai Town, donde Hero (Nicolas Cage), un ladrón de bancos, es liberado por un señor de la guerra a cambio de que le ayude a encontrar a su nieta Bernice (Sofia Boutella). Además, para asegurarse de que cumplirá la misión, le viste con una chaqueta de cuero que se destruirá a los pocos días si falla.

Y en fin, del director japonés no podíamos esperar otra cosa que un nuevo crescendo en sus alocadas y frenéticas propuestas. Y cruzarse por el camino con el últimamente histriónico Nicolas Cage tampoco hacía presagiar que esta nueva película le hubiera resultado más calmada que las anteriores.
Una extraña mezcla de ciencia ficción, western, cine de samuráis y distopía, todo mezclado de forma atropellada y caótica que ha convencido a pocos de los presentes.
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