BENEDETTA de Paul Verhoeven

Tal y como hicieron hace 5 años con Elle, Paul Verhoeven y David Birke vuelven a buscar y provocar el escándalo de algunos con esta adaptación de la novela inspirada en hechos reales ‘Inmodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy’ (Actos inmodestos: la vida de una monja lesbiana en la Italia del Renacimiento). No disimulan. A pesar de lo delicado según algunos de los temas tratados (religión, lesbianismo, experiencias místicas, la fe, el poder de la iglesia y su forma tradicional de ejercerlo) Verhoeven y Birke no se cortan. De hecho parece que uno de sus objetivos es provocar el alboroto de los que buscan escandalizarse y el regocijo de los que intuimos la satisfacción que sintieron ellos al escribir y rodar esas secuencias y el efecto que causan en esas personas ‘de orden’.

Paul Verhoeven Benedetta

La película arranca cuando en pleno siglo XVII Benedetta, una niña de la nobleza italiana que afirma hablar con Dios y con la Virgen y ser capaz de obrar milagros, ingresa en un convento. Ya en su primer día tendrá un llamativo ‘encuentro’ con la Virgen. Dieciocho años más tarde, entre sueños y visiones religiosas y eróticas perturbadoras encontrará consuelo en una nueva compañera. Pero una figura tan libre, imprevisible y ambigua como Benedetta resulta conflictiva para el convento, pero un placer para los espectadores.

Verhoeven construye gran parte de Benedetta basándose en las formas de dos géneros tan poco considerados por los espectadores habituales de los festivales de cine como el soft porn y el pulp.

Paul Verhoeven Benedetta

Por un lado, la relación íntima entre ambas mujeres permite a Verhoeven recrearse en sus cuerpos desnudos como si se tratara de una desacomplejada película de soft porn que hace que lo de su Instinto Básico parezca sofisticado. Por otro, gran parte de las visiones y los sueños religiosos tienen el aire y el tono del cine pulp y la serie B. Aquí la referencia es Los señores del acero. Todo en un tono leve, liviano y juguetón, con una cuidada atención al detalle (quizá porque el diablo está en ellos) y con ritmo ágil y ligero. En Benedetta no hay lugar para solemnidades, ni gravedades formales. Es a la vez hortera, macarra, escatológica y lúdica. El único defecto de esta cascada de elementos provocadores, sorprendentes e insólitos es su posible pérdida de eficacia por saturación por parte del espectador.

Paul Verhoeven Benedetta

Pero detrás del árbol del escándalo en Benedetta también hay bosque. Mucho. Puestos a escandalizarnos, hagámoslo no sólo por los cuerpos desnudos de las monjas o esas visiones religiosas con tendencias iconoclastas, sino también por los mecanismos de la Iglesia para ejercer el poder que se retratan, tanto en sus instituciones, como hacia el pueblo, para manipular voluntades a través de la fe o para captar riqueza, dinero y bienes: el ingreso de una niña en un convento convertido en una mera negociación mercantil, las luchas internas no siempre con las armas más nobles para conseguir la mayor influencia dentro del convento, puesto de madre superiora incluido, como con los mandamases de la iglesia… En el aspecto interpretativo destacan su protagonista, Virginie Efira en una interpretación valiente, arriesgada y libre y la de Charlotte Rampling en el papel de la madre superiora, que demuestra como tantas veces el valor de los pequeños gestos, de las miradas y de los detalles.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ús de cookies

Aquest lloc web utilitza cookies per tal d'oferir la millor experiència d'usuari. Si continues navegant estàs donant el teu consentiment a l'acceptació de les mencionades cookies i de la nostra política política de cookies, fes click a l'enllaç per més informació.

ACEPTAR
Aviso de cookies