Continuamos nuestro viaje por la programación del Americana Film Fest con Palm Springs, una divertida comedia romántica norteamericana, y Blanco de verano, una ‘coming of age’ mexicana, ganadora del Premio del jurado joven.

Palm Springs

Palm Springs ha sido una de las sensaciones del festival. Una agradable combinación de simpática comedia romántica y divertidos bucles temporales. Nyles (Adam Samberg) despierta todos los días en una boda en Palm Springs, donde conoce a Sarah (Cristin Milioti), una de las damas de honor, que también quedará atrapada en el mismo bucle. Ambos, obligados a repetir una y otra vez el mismo día, estarán obligados a convivir y a ayudarse en esa situación. ¿Qué pasaría si tuviéramos que repetir continuamente un día de nuestra vida con la misma persona?

Palm Springs Adam Samberg Cristin Milioti

Al ver la película es inevitable pensar en Atrapado en el tiempo, el magistral film de Harold Ramis (1993) en el que un periodista gruñón y antipático, interpretado admirablemente por Bill Murray, revivía infinitas veces el día del año que más le disgustaba. Desde aquella película, muchas son las historias que han narrado loops temporales (por ejemplo, las excelentes Triangle, Código Fuente, Al filo del mañana, Un día o la española Los cronocrímenes). Esta comedia dirigida por Max Barbakow y escrita por Andy Siara entra en la lista de las buenas películas de este subgénero, quizás uno o dos pasos por debajo de las mencionadas arriba.

Palm Springs se apoya principalmente en un ingenioso guión y en las buenas interpretaciones de los actores, especialmente del dúo principal. Respecto al guión, a pesar de repetir la misma fórmula narrativa de Groundhog Day, presenta algún cambio significativo, como el hecho de ser varias las personas atrapadas en el bucle temporal, y encadena a buen ritmo irreverentes réplicas en los diálogos y chistes metareferenciales (“Es una de esas situaciones de bucle temporal infinito de las que quizás has escuchado”). Sin embargo, después de la buena presentación de los personajes y del conflicto, la trama va a menos, echa mano de ocurrencias de trazo grueso y finaliza con un simple ‘deux ex maquina’.

Palm Springs Adam Samberg Cristin Milioti

En cuanto a las interpretaciones, Andy Samberg y Cristin Milioti están fantásticos: ambos irradian encanto y desprenden una gran química entre ellos. Consiguen mantenernos interesados por sus personajes y hacer creíble sus (pequeños) arcos de transformación, que apuntan hacia la superación de la apatía mediante la responsabilidad personal y la empatía.

Nominada a dos Globos de Oro, incluyendo Mejor comedia, entre otros muchísimos reconocimientos, Palm Springs es una ingeniosa, divertida y accesible actualización de Atrapado en el tiempo para nuestra generación. Si queréis entrar en el bucle, la tenéis disponible en Filmin, porque como dice Nyles, “hoy es hoy, ayer fue hoy y mañana será hoy”.

Nota: 7,5

Blanco de verano

La programación de este año ha contado con la mexicana Blanco de verano, la ópera prima de ficción del realizador Rodrigo Ruiz Patterson. Se trata de una turbia historia de iniciación que ha cosechado muy buenas críticas y se hizo con tres premios en la última edición del Festival de Málaga, incluyendo Mejor película iberoamericana y Mejor guión, y acaba de ganar el Premio del jurado joven de esta edición del Americana Film Fest.

Blanco de verano Rodrigo Ruiz Patterson

En las afueras de México D.F., Rodrigo, un adolescente de padres separados, vive con su madre. La relación que tienen los dos es muy estrecha, excesiva; cuando ella empieza a salir con un hombre, Rodrigo expresará una ira creciente. El guión, firmado por el cineasta Raúl Sebastián Quintanilla y el propio Ruiz Patterson, desarrolla sin efectismos un interesante drama familiar, aunque bastante previsible. Quizás una de sus flaquezas sea el retrato arquetípico de los diferentes personajes, y también un final abrupto bastante discutible.

Uno de sus puntos fuertes es el buen trabajo de todos los intérpretes, en especial el joven Adrián Rossi, lleno de intensidad en todas las escenas, y Sophie Alexander-Katz, como su sufridora madre. Sus creíbles interpretaciones dotan de naturalidad a la relación madre-hijo y hacen que vivamos con interés el desarrollo de su conflicto.

Blanco de verano Rodrigo Ruiz Patterson

Blanco de verano habla de la soledad adolescente, la masculinidad tóxica y la búsqueda de la identidad en un entorno de dificultades materiales, en la línea de Chicuarotes, la película dirigida por Gael García Bernal que pudimos ver en el Americana’20. Una buena realización y una estupenda dirección de actores en esta ópera prima que nos descubre a Rodrigo Ruiz Patterson, un cineasta a seguir.

Nota: 6,5

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