Seguimos analizando la programación de la octava edición del Americana Film Fest, el festival de cine independiente norteamericano, con Freshman Year (rebautizada aquí con el título de Shithouse), película ganadora del gran premio del jurado en el pasado SXSW Film Festival, y el documental Bienvenidos a Chechenia.
Shithouse
Un estudiante melancólico e inseguro conoce en una fiesta universitaria a una chica directa y decidida (Dylan Gelula). La conexión que establece con ella durante una noche le llevará a explorar sus ansiedades y miedos. Existen muchas comedias románticas ubicadas en ambientes universitarios; Shithouse, la ópera prima del cineasta norteamericano Cooper Raiff, no ofrece elementos novedosos pero sí contiene un acercamiento emocional fresco y entretenido a las vivencias de la etapa juvenil, a sus formas de relacionarse, perderse y reconciliarse consigo mismos.

Raiff, además de escribir, dirigir, producir y editar el film, interpreta de manera muy convincente al protagonista de la historia, un solitario universitario de primer año que se siente desubicado y que extraña mucho a su madre. A través de él, veremos la instantaneidad de las relaciones románticas en la actualidad o la necesidad de vivir las experiencias del presente de una manera plena.
Shithouse (o su más acertado título original: Freshman Year) es una película simpática y vitalista. Aunque no evita los tópicos de la vida universitaria y algunos diálogos superfluos, su crecendo narrativo, la naturalidad de sus personajes y la honestidad de su discurso dotan al film de un encanto propio. Sin duda, habrá que seguir con atención los siguientes trabajos de Cooper Raiff.

Nota: 7
Bienvenidos a Chechenia
Muy pocos documentales de los últimos años son tan duros, escalofriantes y a la vez necesarios como Bienvenidos a Chechenia (Welcome to Chechnya). La película retrata el genocidio que sufren actualmente las personas LGBTQ en Chechenia: el gobierno liderado por Ramzán Kadýrov, con el visto bueno del Kremlin, lleva cabo en los últimos años una campaña destinada a detener, torturar y ejecutar a este colectivo. Bienvenidos a Chechenia describe esta durísima realidad centrándose en un grupo de valientes activistas chechenos que auxilian a las víctimas de esta represión, ayudándoles a huir del país, y desarrolla impactantes episodios de violencia contra ellas.

El documental está dirigido por David France, periodista de investigación y cineasta, especializado en obras de no ficción. Sus dos documentales previos son ¿Cómo sobrevivir a una plaga? (2012), entorno a los primeros años del sida, y Muerte y vida de Marsha P. Johnson (2017), sobre la precursora activista afroamericana. Con su última obra, France consigue una rotunda denuncia de las prácticas homófobas del estado y de la horrible complicidad de muchos ciudadanos chechenos, familiares de los perseguidos incluidos, al mismo tiempo que elabora un heroico retrato de la clandestina resistencia. Los elementos habituales de este tipo de documentales están presentes aquí, como las cámaras ocultas o el testimonio de las víctimas (protegidas gracias a una lograda modificación de sus rostros a través de tecnología ‘deepfake’), pero el grado de impacto de las imágenes es tal que seguramente el film dejará huella en todos los espectadores.
Ganador de multitud de premios en festivales, como el galardón al Mejor documental en la sección Panorama de la Berlinale o el Premio del Jurado en Sundance, Bienvenidos a Chechenia visibiliza una opresión que es increíble que se siga produciendo hoy en día. Una excelente obra para tomar consciencia del largo camino que queda para conseguir acabar con cualquier tipo de opresión a las personas por su inclinación sexual.
Nota: 8,5
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