11 años y 22 películas después, llega la hora del adiós. Y si, no será un adiós completo porque como mínimo sabemos que Spider-Man y los Guardianes de la Galaxia volverán con más aventuras, pero Vengadores: Endgame cierra un ciclo, un arco argumental y un conjunto de historias que a lo largo de más de una década han cambiado para siempre el cine de superhéroes, mientras el mundo fuera de las salss también cambiaba.
Vengadores: Endgame nos devuelve al después de la devastación, al después de que Thanos hiciera chasquear los dedos y se cargara a la mitad de los seres vivos. Pérdida y desolación imperan en un mundo donde ni siquiera los superhéroes supervivientes – Tony Stark/IronMan (Robert Downey Jr.), Steve Rogers/Capità Amèrica (Chris Evans), Natasha Romanoff/Vidua Negra (Scarlett Johansson), Clint Barton/Ull de falcó (Jeremy Renner), Thor (Chris Hemsworth) y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo) – acaban de encontrar su propósito ni la manera de recuperarse de la derrota. Pero, ¿y si no todo estuviera perdido? ¿Y si la aparición de la Capitana Marvel (Brie Larson) y el regreso de Scott Lang / Ant-Man
(Paul Rudd) abrieran una brecha a la esperanza?

Ha habido películas más redondas o más flojas en este Universo Cinematográfico de Marvel. Pero sus diferentes responsables han puesto especial cuidado en no limitarse a proporcionar entretenimientos descerebrados cargados de efectos especiales. Las historias, los personajes, los diálogos, la construcción de un mundo y una familia, en definitiva, han sido ingredientes fundamentales.
Y de nuevo, la prueba es que Joe y Anthony Russo han dedicado casi seis horas a explicarnos los sucesos de Infinity War y Endgame y hay muy pocos momentos en todo este metraje que parezcan sobrantes. El volumen de personajes y sus historias personales merecían cuidado y atención y se los han proporcionado. Sin olvidar el entretenimiento, las luchas y los efectos especiales, al final lo que queda es la conexión emocional con unos héroes y heroinas que hemos ido conociendo y amando durante tanto tiempo que cerrar en falso cualquiera de sus arcos argumentales hubiera sido casi una traición.

Poco más podemos explicar de los detalles de esta Vengadores: Endgame en concreto sin entrar en spoilers, y menos cuando las sorpresas comienzan desde los primeros minutos. Pero sí podemos decir que los directores Joe y Anthony Russo y los guionistas Stephen McFeely y Christopher Markus, han encontrado una manera emocionante, emocional y a la vez creativa de reconectar todo el universo Marvel, jugando con el tiempo y el espacio, ofreciendo giros y sorpresas, desplegando sin prisas su medido plan narrativo. Encontrando el equilibrio entre las espectaculares batallas, el drama, el humor y los momentos íntimos, la tensión y la distensión.
Y sí, el film no es totalmente redondo y se le pueden encontrar algunas pegas (el papel de la Capitana Marvel en la resolución o un impostado momento feminista para ponerse quisquilloso). Pero estos no son más que detalles que no deslucen el conjunto, plagado de referencias a los cómics, a las películas anteriores, a la cultura popular, sonrisas, lágrimas y acción, en definitiva todo lo que podríamos desear de este fin de ciclo. Todo el equipo ha tratado con un amor y un respeto el material que tenían entre manos que traspasa la pantalla.

Y al final, a pesar de que uno pueda sentir pena por haber llegado al cierre, este es tan gratificante y deja una sensación tan bien trabajada de círculo completado que la pena se transforma en satisfacción. En la despedida a este universo que es tan suyo como nuestro, los créditos culminan con un homenaje a todos, a los personajes, a los actores que les han dado vida y a los fans que los hemos hecho nuestros. Así, el plan que se empezó a trazar allá por 2008 con el estreno de Iron Man ha culminado con éxito y mientras el mundo se volvía más oscuro fuera de las salas de cine, 22 películas nos han vuelto a hacer soñar en un mundo de héroes idealistas tal como los cómics que los vieron nacer lo hicieron décadas atrás.
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