En el Teatre Romea, José Sacristán lustra Delibes en un monólogo que nos mece entre la felicidad y la muerte
Decía
John Houston que para hacer una buena película sólo hacían falta
tres cosas: un buen guión, un buen guión y un buen guión. Nadie
puede dudar de la valía absoluta de Miguel Delibes. Esta adaptación
teatral de su novela “Señora de rojo sobre fondo gris”
transmite un carácter, un color y una textura que llega a los
espectadores. Nos adentramos en el relato de una historia de amor que
va directa hacia la muerte. Nos encontramos en 1975 pero la emoción
no entiende de épocas.
Basada en hechos reales, Delibes reflexiona sobre la pérdida, sobre la enfermedad y la añoranza de la que fue su esposa, Ángeles de Castro. Con 48 años le detectaron un tumor que, finalmente, terminó con su vida. La obra habla de amor, de un amor que perdura y perdura y que impide a un pintor seguir viviendo. Sin ella el creador pierde las ganas de crear, las ganas de vivir. ¿Qué sentido tiene ahora pintar una vida que ha perdido el color? El alcohol como analgésico donde poder volver a ella se convierte en una terapia incompleta.

Con la compañía ilusoria de la voz en off de la mujer, interpretada por Mercedes Sampietro, José Sacristán saca punta de su madurez interpretativa para bordar un personaje que le parece hecho a medida. La cadencia de sus palabras, el color que confiere a los silencios y la textura de su voz grave pintan un retrato inmejorable sobre un escenario gris, lleno de sombras. Nos encontramos ante un texto potente, sin fisuras. Una adaptación dirigida por José Sámano que, sin duda, mantiene fiel al espíritu de la obra original. La profundidad de las palabras bailan de la mano de lo esencial. El adjetivo, ausente, se nos filtra entre las emociones.
Luces,
sombras, muebles grises y un lienzo tumbado que no puede competir con
la pintura de una señora de rojo, una mujer que ha dejado huella en
un protagonista huérfano. Aparecen el amor, las anécdotas,
sentimientos nunca dichos y que ya nunca lo podrán ser, las
mentiras, la esperanza, el diagnóstico, los celos, la
culpabilidad… pero, sobre todo, la desdicha. La desdicha que le ha
hecho perder su deseo vital… y que lo ha dejado viudo, sin aliento,
sin arte … solo, con una copa de autoengaño en las manos. La
propuesta nos lleva a un viaje entre la felicidad y la pérdida, con
una verdad simple. Sincera. Auténtica. Punzante.
Teatro: Teatre Romea
Fechas: Fins el 12 de maig
Autor: Miguel Delibes
Dirección: José Sámano
Adaptación: José Sámano, José Sacristán e Inés Camiña
Intérpretes: José Sacristán, Mercè Sampietro (veu Ana)
Escenografia: Arturo Martín Burgos
Comprar entradas

Hacer Comentario