Decía Ricky Gervais en sus monólogos que el humor puede ser una forma de llegar a conocernos a nosotros mismos y que a menudo convertir las cosas ordinarias en extraordinarias da alas a lo más divertido. El creador de “Extras”, “Derek” o “The Office” vuelve a aliarse con Netflix para presentarnos una historia íntima y personal que no abandona su manera de entender la ironía.
¿De qué va?
Tony (Ricky Gervais ) ha perdido a su mujer (Kerry Godliman) por culpa de un cáncer. Cada noche, antes de acostarse mira los videos que ella le dejó grabados antes de morir. La sensación de vacío es tan grande que Tony cree que su vida ya no tiene sentido y que más valdría suicidarse. De hecho la única razón por la que no lo ha hecho es por no dejar sola a su perra.
Mientras tanto, llena los días trabajando para el periódico local que dirige su cuñado Matt (Tom Basden), donde le acompañan la cronista de sociedad Kath (Diane Morgan), el periodista de sucesos locales Lenny (Tony Way) y la idealista reportera Sandy (Mandeep Dhillon). Ninguno de ellos se escapa de sus sarcásticos comentarios ni su amarga filosofía vital, así como tampoco la enfermera que cuida de su padre en la residencia (Ashley Jensen), su psicólogo, una prostituta de la zona, el drogadicto y repartidor de periódicos Julian (Tim Plester) o la mujer con la que coincide cada día en el cementerio (Penelope Wilton).

¿Quién está tras la série?
El cómico británico Ricky Gervais es el alma de “After Life“, donde es director, productor, guionista y protagonista. Así se une a una tendencia de los últimos tiempos que ya ha llevado varios cómicos a convertirse en creadores de sus propias series en diferentes plataformas. Su relación con Netflix ya se ha consolidado en los últimos años en una película y varios monólogos.
Aquí, como protagonista absoluto de su propio producto, consigue vehicular dos facetas: la del drama de un hombre gris derrumbado en una inmensa soledad y la mente rápida cargada de ironía capaz de ácidas reflexiones sobre el mundo actual.

Para el reparto, recupera algunos de los actores de sus series anteriores, com Ashley Jensen de “Extras“, un buen puñado de intérpretes británicos y la que seguramente es la cara más conocida, la de Penelope Wilton (Downton Abbey), que con su papel de víuda asidua al cementerio coprotagoniza con Gervais algunos de los mejores momentos de la serie.
¿Qué pensamos de ella?
“After Life” es una serie que puede generar sentimientos contradictorios. Cuando uno se acerca a una producción protagonizada por Ricky Gervais ya se espera de serie mucho sarcasmo, comentarios punzantes y con mala leche, transgresiones e ironía. Y aquí no le faltan, Tony es el personaje perfecto para encarnar el ideal de la persona que dice todo lo que piensa porque le da igual todo y todos. Pero el drama nihilista tiene su lado dulce por el hecho de que éste no deja de ser un viaje bastante al uso de persona amargada que acaba encontrando el lado bueno de la vida.

Esta ambivalencia se ve reforzada y también forzada por el hecho de que la temporada sólo dura 6 capítulos de menos de media hora, lo que hace que la transición del protagonista desde el todo negro hasta los esperanzadores rayos de luz sea muy rápido y a ratos precipitado. Aquí es donde la serie corre el riesgo de resultar demasiado edulcorada o incluso artificial para algún espectador que quisiera más mala baba o una resolución más transgresora.
Y aún así, y que ya hemos visto historias como ésta un montón de veces, la forma en que se desarrolla “After Life” no deja de desprender un humanismo enternecedor. El reducido mundo por donde transita Tony, sus personajes, las curiosas historias que deben cubrir los periodistas del diario o los vídeos que Lisa le dejó grabados a su marido, conforman un microcosmos humano interesante, bonito y reconfortante. Al final, a pesar de su previsible desenlace, es más probable que te haya emocionado la parte dramática que no que te haya hecho partir de risa la parte cómica.
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