Dos directoras del Este, dos épocas, dos estilos, dos películas notables con el periodismo como hilo de unión en Competición. La multipremiada en Berlín, Agnieszka Holland, firma un bellísimo aunque largo drama histórico. La macedonia Teona Strugar Mitevska un tragicómico retrato de la Macedonia del Norte actual. Entre tanto, en Panorama, el regreso de dos directores que se estrenaron en el largo en Berlinale, la barcelonesa Neús Ballús y el guatemalteco Jayro Bustamente.
Y con ella llegaron las carcajadas y los aplausos al Berlinale Palast. La macedonia “Gospod postoi, imeto i’ e Petrunija” (God Exists, Her Name Is Petrunya) es fresca, divertida, reivindicativa. La directora Teona Strugar Mitevska que vive a caballo entre el país balcánico y Bruselas pone en solfa a la iglesia, el sistema judicial y los medios de comunicación en un país que presume de haber hecho un cambio democrático.
Pretunija es una joven de 32 años diplomada en historia, desempleada y que vive con sus padres. Al volver de la enésima entrevista de trabajo fallida, se ve arrastrada a una celebración milenaria. El lanzamiento de una cruz, la cruz de la suerte a un río. Los jóvenes deberán recuperarla de las aguas heladas para tener suerte todo el año. Ella se alza con el símbolo religioso. Pero, anatema. Ella es una mujer y las mujeres no pueden sacar la cruz de la corriente.
Llena de momentos de humor, un guión bien construido aunque parca en medios, la película ha arrancado numerosos aplausos, los más numerosos hasta la fecha, en el pase de prensa. Y su actriz protagonista, Zorica Nusheva, se perfila como aspirante al Oso de Plata.
Berlinale siempre se rinde a los pies de la veterana directora polaca Agnieszka Holland. Tras ganar el Premio Alfred Bauer con “Pokot” hace dos años, vuelve con una película rodada en ingles. En “Mr. Jones” glosa la memoria del conocido reportero galés Gareth Jones. Testigo y narrador de la hambruna que mató a millones en Ucrania, en el granero de la Unión Soviética, para sostener la maquina sovietica. El reportero fue asesinado en 1935 a instancias de Moscú. Su historia sirvió de inspiración a George Orwell para escribir “Rebelión en la Granja”.
Precisamente la película arranca con la supuesta escritura de esa sátira del totalitarismo soviético. Con una cuidada fotografía y unos planos hermosisimos, el largometraje tiene todas los mimbres de una buena película. Habla de temas universales, como la moral, el idealismo, la traición a los ideales, la confianza, el amor. Nos sumerge en un ritmo de películas de espías, casi de thriller.
La directora ha ofrecido al actor británico, James Norton en la piel de Gareth Jones, uno los papeles de su vida. Vanessa Kirby (la princesa Margaret en “The Crown”) y el estadounidense Peter Sarsgaard también están en el reparto. Un par de peros: sus cambios de tono y sobre todo un excesivo metraje, 141 minutos, que pueden lastrar la película en los cines. Pero auguro una larga carrera de premios.
Después de su exitoso debut con “La Plaga” en la Berlinale de 2013, había ganas de ver lo nuevo de Neus Ballús. La directora barcelonesa ha tardado cinco años en producir “Staff Only”, el viaje de madurez de una joven de 17 años a Senegal. Construida con un ritmo y tono adecuado, la película nos ha permitido conocer a una joven promesa, Elena Andrade.
En vísperas de Navidad y de su cumpleaños, Marta (Elena Andrade) viaja a Senegal con su hermano y su padre. Éste, propietario de una agencia de viajes busca expandir su negocio en Senegal y pasar tiempo con sus hijos que viven con su madre. Marta quiere escaparse de un viaje organizado. Una acción adolescente le obliga a crecer. La mayoría de edad literal y metafórica le llega durante esa semana en África.
Bien contada y montada, “Staff Only” cuenta con sólidas interpretaciones de Sergi López como Manel, el padre controlador y Ian Samsó, el hermano. Y sobre todo, Elena Andrade que pone mucha verdad a su papel.
Después de ganar el prestigioso premio Alfred Bauer en la Berlinale de 2015 con su primer largometraje, “Ixcanul”, el guatemalteco Jayro Bustamente vuelve a Berlín. Programada en la sección Paronama, con “Temblores”, Bustamente abandona la selva por la ciudad para sacar a la luz el tabú de la homosexualidad en Guatemala.
Cuando Pablo (Juan Pablo Olyslager) se enamora de Francisco y deja a su evangelista familia por él, el mundo parece derrumbarse. Le expulsan del trabajo y su religiosa esposa impedirá que vea a sus hijos. Solo lo permitirá si Pablo ingresa en un programa de “sanación de la homosexualidad” con los evangelistas. Un crudo retrato de la sociedad guatemalteca, bien llevado y bien interpretado y claro aspirante al Teddy Bear, el premio LGTBI del festival.
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