Tres hombres casados ricos que se reúnen anualmente para ir de cacería. Una chica que se convierte en objeto de deseo. La ópera prima de la directora Coralie Farge es una sanguinaria y gozosa historia de venganza donde los cazadores se convierten en cazados.
La llegada de un hombre con su amante, toda una Barbie de cuerpo perfecto (Matilda Lutz), a una casa en un lugar inhóspito es el punto de partida del debut tras la cámara de Coralie Farge con “Revenge”. Otros dos hombres se añaden después, listos para ir de caza, pero la presencia de la tentadora chica termina con tragedia.
Y de repente, renaciendo de las cenizas, la chica se vuelve en una especie de Rambo y sale a la caza de aquellos tres hombres que la han utilizado y han querido acabar con ella.
Una película con una banda sonora algo machacona que, a veces, se toma demasiado en serio a sí misma y que, por el contrario, tiene más gracia cuando se pone gore o petarda (sobre todo teniendo en cuenta que se pudo ver en Sitges con todo el alboroto que suponen este tipo de películas en el ambiente de este festival). Sí se le agradece que transforme a la niña mona que sólo recibe, en alguien que acaba dándoles una soberana patada en el culo muy bien dada a tres hombres de cromañón cerebralmente poco desarrollados.
En algo se tenía que notar que, tras la cámara, había una mujer, Coralie Farge. Gracias a esta ópera prima, Farge se alzó con el Premio a la Mejor Dirección en la última edición del Festival de Sitges. Además, la película conquistó también el Premio Citizen Kane a la Mejor Dirección Novel. No está mal para esta sanguinaria historia de violación y venganza.
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