Entre cervezas y alrededor de una mesa redonda los cuatro protagonistas de Fairfly discuten sobre cuál es la mejor manera de hacer frente a un despido inminente. A priori, una carta dirigida a la dirección de la empresa parece la opción más sencilla pero, en pocos minutos, la mesa va convirtiéndose en un trampolín desde donde los personajes saltarán al vertiginoso mundo del emprendimiento.
Joan Yago (dramaturgia) e Israel Solà (Dirección) nos conducen con humor e inteligencia por todas las fases de comercialización de un producto: la idea inicial, el análisis de mercado, la creación, la distribución, la financiación, el marketing… y lo hacen través de unos personajes divertidos y cercanos que cada vez serán más el centro de interés de la pieza. Uno de los grandes aciertos de la obra es encontrar una gran riqueza en unos personajes que al inicio nos parecen tan estereotipados.
El otro gran acierto es el ritmo. Si el ritmo de comedia es alto, aquí es eléctrico. Alto voltaje que te engancha réplica a réplica. Una calambre deliciosa de gags frescos y crítica económica y social. Los saltos temporales son deliciosos. El espacio sonoro es puntual y aparece en el momento justo. La iluminación nos acompaña en la montaña rusa. Y, por encima de todo esto, están los actores.
El trabajo actoral es tan bueno que por momentos parece que improvisen en escena. Queralt Casasayas, Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher y Vanessa Segura saben perfectamente lo que se hacen, se lo pasan bien en escena y se nota que dominan tanto las palabras como los silencios. Ahora bien, si tuviera que encontrar un pequeño bache en la pieza, sería el momento en que los personajes pasan por un registro menos cómico. No es que no esté bien ejecutado pero quizás habría que desacelerar un poco más para evitar que esté tan injertado con las bromas de antes.
Fairfly es una obra de estructura clásica hecha con mucha gracia y llevando a escena un tema de gran actualidad. A pesar de hablar de economía lo hace en unos términos que todo el mundo puede entender. Juega a hacer visible la dificultad real de los emprendedores y emprendedoras mientras nos muestra toda la parte más humana: relaciones con el trabajo, la pareja, los amigos… Sin un juicio previo, haciendo equilibrios en las diferentes verdades (visiones del mundo) posibles.
Ya hace tiempo que la Calòrica se ha hecho un nombre en el mundo de las compañías emergentes, pero es posible que aún haya gente que no haya oído hablarde ellos o no haya podido ver ninguna de sus piezas anteriores. Si eres de estos, no te preocupes, Fairfly es, sin duda, una magnífica puerta de entrada al mundo cómico y con espíritu crítico de esta compañía.
Teatro: La Villaroel
Fechas: Hasta el 17 de junio
Duración: 1 hora 20m
Premios: Mejor espectáculo de pequeño formato 2017, Premio Butaca 2017 Mejor texto
Precios: De 14 a 22€
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