Las producciones alemanas piden paso confirmando su buen estado de forma. Ya lo habíamos notado con el rompecabezas de ciencia ficción de “Dark” y ahora, lo reafirmamos con el thriller histórico policial, “Babylon Berlin”.
¿De qué va?
Berlín, 1929. La capital alemana se sitúa como la gran metrópoli de la expresión y la libertad. La ciudad más moderna y viva de una Europa en plena efervescencia que, sin embargo, se tambalea al borde de un cambio inminente. Refugio para aquellos que buscan la emancipación, Berlín es un hervidero de gente de toda condición política y clase social: en sus calles se mezclan comunistas, anarquistas, nazis, mafias e inmigrantes rusos, y en cada rincón proliferan artistas, bohemios, homosexuales, músicos, bailarinas de cabaret y travestidos. Todos ellos testigos de los tiempos de apertura y transformación que se abren paso cautelosamente con la nueva década.Pero bajo esta luminosa superficie, una población sumergida en una profunda crisis económica aspira a una vida mejor. Tras su aparente clima de libertad y cambio, Berlín es una silenciosa olla a presión a punto de estallar. El impacto de la Revolución Rusa sigue llevando a la ciudad oleadas de inmigrantes, las viejas élites militares se niegan a capitular y la amenaza de un monstruo cada vez más terrorífico y tangible se hace fuerte en el corazón de Alemania. Es el caldo de cultivo perfecto para el crimen organizado, el auge de las mafias, la corrupción y los extremismos políticos.
A la mitad de esta tensa calma se encuentra Gereon Rath (Volker Bruch), un detective de la policía de Colonia que acaba de incorporarse a la unidad antivicio de Berlín, localizada en el monumental cuartel general de la policía, para investigar el caso de una red de pornografía relacionado con la mafia rusa. La brigada está encabezada por Bruno Wolter (Peter Kurth), compañero y superior de Gereon. De apariencia tranquila y honesta, Gereon arrastra en realidad una pesada carga consigo. Asentado en Berlín, conoce a Charlotte (Liv Lisa Fries), una joven con la que comienza una relación clandestina y que busca mejorar las miserables condiciones de vida de su familia.
¿Quién está detrás?
Con un presupuesto de 45 millones de dólares, “Babylon Berlin” se ha convertido en la serie más ambiciosa de la televisión alemana hasta la fecha. Una superproducción a cuatro bandas, la primera vez que la televisión pública alemana se asocia con una plataforma de pago como Sky, la productora X Film Creative Pool y la productora/distribuidora Beta Films para llevar a cabo este proyecto. Es también la primera ficción de habla no inglesa en abordar este modelo de producción a escala internacional y que ya se ha vendido a nivel internacional en el Reino Unido, Italia, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia y EEUU.
También es una novedad que la serie haya sido coescrita y codirigida por tres directores alemanes, Tom Tykwer (director de “Paris, je t’aime”, “Corre, Lola, corre”, “El perfume” y varios episodios de “Sense8”, Achim von Borries y Henk Handloegten (ambos parte del equipo de guionistas de “Goodbye, Lenin”). Un trío que han acertado en ambientar de forma excelente una época que vaticinaba una catástrofe, en una capital que aún no se había dado cuenta de lo que podía pasar en el país.
“Babylon Berlin” está inspirada en la novela “Der Nasse Fisch” (2017), escrita por el periodista Volker Kutscher .Publicada en España como “Sombras sobre Berlín” por Ediciones B, fue el comienzo carrera literaria de éxito con seis libros hasta la fecha y que ha convertido a Gereon Rath, en un detective clásico de la novela negra alemana.
Babilonia vs Berlin
Quizás lo más impresionante de “Babylon Berlin” es su ambientación empezando por su cabecera inspirada claramente en el expresionismo alemán de los años veinte o como se han reproducido las calles berlinesas hasta el más mínimo detalle en estudios de Berlín y Brandenburgo.
La serie gira en torno al complicado personaje de Gereon Rath, un detective de la policía. Un hombre con importantes traumas mentales y secuelas físicas de su paso por las trincheras de la I Guerra Mundial (un poco al estilo de Thomas Shelby a “Peaky Blinders”). Charlotte Ritter es una joven de veinte años que vive hacinada en un apartamento con el resto de su numerosa familia, en condiciones miserables y deplorables. La chica está dispuesta a todo para ganar unos marcos y salir de su vida miserable, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Ella es el personaje con el que nos adentraremos en los ambientes más sórdidos de Berlín que, a su vez, nos llevará a las ambientaciones más impresionantes. Os puedo asegurar que no olvidaréis el momento en que suene (y se baile) la canción es “Zu Asche, zu Staub” interpretada por cantante lituana Severija Janusauskaite , que interpreta una enigmática aristócrata rusa, otra pieza clave en la historia.
Volker Bruch (Gereon) y Liv Lisa Fries (Charlotte) son dos rostros desconocidos pero que crean con solidez dos personajes con múltiples caras y fragilidades, que tropiezan un buen día el uno con el otro y terminan viéndose implicados en esta sociedad compleja que está a punto de recibir la sacudida final del nazismo.
La música, la moda años 20 y las promesas de liberación contrastan con la pobreza extrema de la ciudad, las protestas de los trabajadores y una corrupción de los altos cargos que pretenden conseguir una sociedad maleable que acabará con la subida al poder de Adolf Hitler y todo lo que vendría después.
El punto de partida de “Babylon Berlin” es la investigación sobre una película comprometedora que se le suma la trama personal de Gereon y los secretos de la policía en el contexto histórico de la ciudad. A con todo esto comunistas rusos, anarquistas, nazis, y paramilitares para acabar de complicar todo. Y es que en “Babylon Berlin” hay una trama central y todo de ramificaciones que, en un principio parece que no tienen nada que ver pero que, a poco a poco, se irán interconectando.
¿La recomendamos?
“Babylon Berlin” tiene muchos puntos a favor para que le deis una oportunidad. La ambientación, ese aire de cine negro más clásico, sus personajes llenos de sorpresas, la trama con diferentes ramificaciones que entrelazarse, la calidad de la producción … No es la serie más trepidante del mundo, cierto, pero tiene tantos detalles para observar con calma y tiene el don de tener siempre alguna escena impactante, visualmente excelente, que te recuerda que es una de las producciones más ambiciosas de la televisión alemana.
Por lo tanto, sí, la recomiendo. Conviene salir de los circuitos habituales y la ficción televisiva germana está demostrando que llega, llega fuerte y para quedarse. La serie, que se puede ver a Movistar +, cuenta con dos temporadas de 8 capítulos.
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