El relevo del foco mediático del Festival lo ha recogido Susan Sarandon, otra de las grandes estrellas que visitan Sitges este año. Bueno, la Sarandon y una muñeca maléfica que ha hecho las delicias de los espectadores de Sitges a la proyección de “Annabelle: Creation” por que las películas de terror en Sitges no se ven, se viven de susto en susto.

ANNABELLE CREATION

Mientras el matrimonio Warren y su investigación de casos paranormales triunfaba en los cines con las películas “Expediente Warren: The Conjuring” (2013) y “The Conjuring: el caso Enfield” (2016), el 2014 se perpetró un fracasado intento de convertir en largometraje la impactante fragmento que abría la primera. Pero el experimento de dedicar toda una cinta a la diabólica muñeca Annabelle resultó fallido. Ahora con cambios en el equipo y ganas de reconciliarse con el público, nos llega a Sitges “Annabelle: Creation”.

Susan Sarandon

Aquí los protagonistas son un matrimonio, los Wallis (Anthony LaPaglia  y  Miranda Otto), celebres fabricantes de muñecas artesanas que en un trágico accidente pierden su hija Bee (Samara Lee). Unos años más tarde deciden acoger en su casa una monja (Stephanie Sigman) y un grupo de 6 niñas huérfanos: las adolescentes Carol (Grace Fulton) y Nancy (Philippa Coulthard), Kate (Tayler Buck), la Tierney (Lou Lou Safran ), Linda (Lulu Wilson) y la Janice (Talitha Eliana Bateman) a quien la polio ha dejado coja. Todas ellas pronto comenzarán a vivir hechos extraños ya sentir una presencia maligna en la casa que pondrá en peligro sus vidas.

Ahora en manos de David F. Sanberg (“Nunca apagas la luz“), Annabelle: Creation” arranca teniendo bajo el brazo la última versión del manual de la típica película de miedo con casa maligna: sombras, puertas que se abren y cierran, objetos que se mueven solos y fantasmas que avanzan en la oscuridad. Así, sin resultar excesivamente original, al menos si que consigue superar su predecesora y lo hace con algunos elementos que le ayudan: en primer lugar el juego que da que las víctimas del mal sean un grupo de niñas más que los adultos; en segundo lugar que la intensidad del miedo va subiendo a medida que avanza la película; y en tercer lugar que, sabiendo que el objeto del mal es una muñeca y, seamos sinceros, una muñeca poco puede hacer aparte de asustarnos con su gélida cara, se multipliquen en otras formas las presencias malignas. Nada demasiado novedoso pues, pero suficiente para pasar un rato inquietante.  Además, el film contiene numerosos guiños al universo Warren que poden convertir también “Annabelle: Creation” en una entretenida cacería de huevos de pascua.

Susan Sarandon

Sarandon ha visitado Sitges para recibir el Gran Premio de Honor del festival y presentar una sesión especial de la mítica “The Rocky horror picture show”, toda una película de culto friki, muy friki. “Para mí no fue tan divertido como parece en pantalla”, comenta la actriz en rueda de prensa. “Para empezar, yo no sabía que tenía que cantar! La rodamos en Inglaterra y hacía un frío terrible. La lluvia caía por el techo del estudio, todos acabábamos empapados. Y, por si no lo recordáis, me paso media película en ropa interior, así que cogí una neumonía. Como en el estudio no había calefacción me pusieron unos radiadores y una estufa, pero los radiadores se quemaron. Ahora puede parecer gracioso, pero lo pasé fatal. Y, sin embargo, estoy muy orgullosa, y el momento ‘Do not dream it, be it’ es muy importante para mí “.

Susan Sarandon

A sus 71 años está estupenda, pero lo mejor es como habla. Quizás esto la acerca más a otra actriz con carácter, Bette Davis, a quien interpretó en la serie “Feud”. La misma Bette se lo pidió. Sarandon se preparó viendo entrevistas que había hecho Davis y comenta: “Me di cuenta de que teníamos mucho en común como actrices y como mujeres que luchan por encontrar su lugar en Hollywood. Eso sí, yo no soy alcohólica y soy muy feliz con mi familia “.

Le cuesta elegir uno de sus papeles. Ha hecho tantas de películas: “Thelma & Louise”, “Atlantic City”, “Los búfalos de Durham” … El de “Pena de muerte” comenta que es el té “más en el corazón” ya que produjo el film y es amiga de la monja en la que se inspira. “Me interesa pasarlo bien y hacer cosas que no había hecho antes”, afirma. “Me gusta interpretar mujeres normales haciendo cosas extraordinarias, mujeres fuertes que son protagonistas de sus vidas pero que se muestran vulnerables”.

También ha hacho referencia a cómo las redes sociales han cambiado el significado de ser famoso: “lo ha cambiado todo; hoy día los jóvenes han dejado de interesarse por ser músicos o directores de cine; lo que quieren es ser famosos”. Sarandon, que sigue brillando como lo hacía en “Thelma y Louise”, también ha hablado de las nuevas plataformas de exhibición y producción: “es en las series donde los actores pueden encontrar personajes más arriesgados, a diferencia de lo que sucede en el cine”.

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