Es época de remembers, libros de Yo fui a EGB, fiestas Tardeo para nostálgicos de los 80, giras de reunificación de bandas musicales, remakes cinematográficos y, como no, siempre queda un poco de espacio para renovar el éxito pretérito también en el teatro. En esta ocasión, Homes recupera el talante de la obra homónima del 1994, con fragmentos de entonces y ahora escritos por Sergi Belbel. Acompañadísimo por una Carol López que, además, hace de directora de la obra. Todo hacía presagiar un canto al feminismo que nos hiciera retorcernos de la risa. Pero con todo el pescado vendido, la reivindicación queda tan poco creativa y el humor tan poco rascado, que la obra podría ser para un colegio y las quejas de los padres serían inexistentes. Que ya es decir.
Está claro que el cartel impone y rinde: Agnès Busquets, Mireia Portas, Alba Florejachs, Anna Barranchina y Glòria Sirvent. Y más cuando te explican que serán las encargadas de dar vida a una compilación de gags que pondrán contra las cuerdas los roles masculino-femeninos. Cinco actrices de intercambio televisivo-teatral. De experiencia de plató y de platea. El menú escrito en la carta no puede lucir mejor. Y la verdad que, servido, mantiene las expectativas. Cada condimento aporta su aroma en un punto que no agobia. Ahora bien, dos rozan el paladar con mucha más acidez atractiva que el resto: la Portas, que hace pequeño su cuerpo y la gracia la suda cuándo y cómo desea, y Alba Florejachs, que se hace la reina de los sonidos alargados y el humor de sello propio.
Son las nuevas versiones de aquellas Carmen Pla, Mamen Duch, Ágata Roca, Míriam Iscla y Rosa Gàmiz que hicieron de contra-cultura en aquella rompedora Petits Contes Misògins del 1991, para la T de Teatre, dirigidas por Pere Sacristán. El inicio altísimo de una serie de versiones que han ido menguando el nivel. Si bien se recuerdan las obras previas a este Homes moderno como iconos que consiguieron estirar meses en Barcelona y un año en Madrid la permanencia, la nueva no parece conseguir tal estatus.
¿Por qué?
Por una serie de micro-razones acumuladas. Porque el desmadre de gags en sucesión no genera la distensión e histeria cómica que requeriría compensar la falta de coherencia interna. Porque el subtítulo de ‘Homes, la comèdia musical’ prometía más musical del que te encuentras. Porque cuando aparece la música creada en exclusiva para este show por Marc Parrot y te gusta, esperas que empuje hasta encantarte, y se queda en el primer estadio. Porque se notan mucho qué escenas están hechas para llenar minutos. Porque el uso de los papeles que dan a los hombres al iniciar el show hace presagiar un uso más imaginativo que el del resultado final, etc.
Por todas estas razones, saldrás de la obra con la verdad de haberte reído, pero con la virginidad inmaculada en cualquier tipo de expectativa sorpresiva. Con la sensación que se ha malversado un filón como es la guerra de sexos. Que se ha vaciado en tópicos inertes, que no pinchan a nadie. Saldrás con un ritmo repetitivo en la cabeza – minipunto para Parrot -, con la sensación que se han entretenido más en la pulcrísima puesta en escena que en la creatividad del guion y con el buen recuerdo de alguna escena de multi-conversación cuidadosa de metrónomo. Saldrás con un guirigay de reflexión ligera, pero se te pasará al poner en marcha la tele, la radio o al ver volar un pájaro perdido por la Avinguda Paral•lel.
Teatro: Teatre Condal
Web teatro
Autor del texto: Sergi Belbel y Carol López
Dirección: Carol López
Intérpretes: Anna Barrachina, Agnès Busquets, Alba Florejachs, Mireia Portas, Glòria Sirvent

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