Todos nos sabemos las historias de instituto, las de jugadores de baloncesto o fútbol y las animadoras, las de los populares acosando a los raritos, las de la chica feúcha que se transforma como un cisne, las de los profesores que acaban encauzando al estudiante rebelde. A menudo son las tramas de películas y series frívolas en forma de culebrón juvenil. Pero para su nueva producción, Netflix ha decidido dedicar 13 capítulos a un lado mucho más oscuro de este ambiente. Una propuesta que pone sobre la mesa temas tan punzantes como el bullying, el machismo tóxico o el suicidio y que da de que pensar a una sociedad donde cada vez nos importa menos conocer de verdad las personas que nos rodean.
¿De qué va?
Hannah Baker (Katherine Langford) es una estudiante en el instituto Liberty High, es hija de una pareja (Kate Walsh y Brian d’Arcy James) que intenta mantener a flote un pequeño negocio, aún no tiene claro su futuro universitario, intenta navegar en un mundo dividido entre populares y marginados, y por primera vez empieza a fijarse en un chico. Pero un día Hannah Baker toma la terrible decisión de quitarse la vida. El camino y las razones que la han llevado hasta el suicidio los deja grabados en 7 cintas de cassette.
Las cintas llegan dentro de una caja de zapatos a manos de Clay (Dylan Minnette) con instrucciones sobre cómo escucharlas e ir pasándolas de unas manos a otras. Así Clay, compañero de clase y de trabajo de Hannah, comenzará a oír de su propia voz las 13 razones que la llevaron a creer que su vida ya no tenía futuro. Y en cada grabación un nombre propio que de una manera u otra contribuyó: la primera amiga de Hannah en el instituto, Jessica (Alisha Boe), la aparente estudiante perfecta Courtney (Michele Selene Ang), las estrellas del equipo Justin, Zach y Bryce (Brandon Flynn, Ross Butler y Justin Prentice), la animadora Sheri (Ajiona Alexus), el alternativo Alex (Miles Heizer), el fotógrafo Tyler (Devin Druid) o el editor del boletín del instituto, Ryan (Tommy Dorfman).
Mientras el relato de Hannah sirve de hilo conductor para recrear sus últimos días, todos aquellos que la perjudicaron deben hacer frente a las consecuencias de sus decisiones.
El bullying y la falta de empatía en el punto de mira
No importa si eres de los que piensa que el bullying es una nueva y lamentable realidad en las escuelas o que estas cosas han pasado toda la vida pero ahora han adquirido una sobre-dimensión mediática. La historia de “13 reasons why” es de las que se necesitan, que hacen pensar y que aunque sea para despertar conciencias e iniciar debates, ya vale la pena.
Los motivos de Hannah comienzan con lo que podría haber sido una simple broma y terminan adquiriendo un nivel mucho más terrible, y en este periplo que va acumulando piedra sobre piedra, la trama habla de varias cosas que rara vez se abordan en series centradas en institutos. Se habla evidentemente de acoso entre compañeros de clase, de cómo los rumores pueden hundir la reputación de una persona, de cómo las redes sociales se han convertido en plataforma para hacer un daño permanente sin dar la cara.
Habla de cómo la necesidad urgente de conectar o sentirse querido pueden hacer caer en la depresión a los que no lo consiguen. Habla de sexismo y de cómo parece que estamos volviendo atrás en la desigualdad de los juicios y roles que afectan a chicos y chicas. Y también pone el dedo en la llaga en la incapacidad en muchos casos de entender y guiar esta generación de milenials por parte de unos adultos a quienes determinadas realidades y avances tecnológicos han cogido a contrapié.
Pero también y sobre todo se habla de la falta de empatía de que adolece nuestra sociedad. De como la gran mayoría nos hemos acostumbrado a devorar la versión maqueada y de consumo rápido de las vidas de los demás a través de los muros de Facebook, Twitter o Instagram. Y como esto ha ido en detrimento de los diálogos sinceros y el interés honesto en los sentimientos de los demás.
¿Quién está detrás?
“13 reasons why” se basa en el libro homónimo de Jay Asher publicado en 2007, ganador de varios premios y traducido a múltiples idiomas. Convertida en un éxito literario, la Universal se hizo con los derechos de la novela en 2011, con intención de hacer una película que debía protagonizar Selena Gomez. Pero el 2015 hubo cambio de planes y Netflix decidía convertir el material del libro en una serie de 13 capítulos creada por el dramaturgo Brian Yorkey en el que supone su primer crédito como guionista televisivo. Gomez siguió apostando por el proyecto como productora ejecutiva, con otros nombres como el oscarizado actor, guionista y director Tom McCarthy, la productora Diana Son o la guionista Elizabeth Benjamin.
La banda sonora, uno de los elementos clave de la serie, corre a cargo de Eskmo y cuenta también con canciones de Selena Gomez, Chromatics, Billie Eilish, The Japanese House y nombres clásicos como Joy Division o The Cure.
En cuanto al reparto, la mayoría de alabanzas se las han llevado la debutante Katherine Langford y Dylan Minnette (quien fue el hijo de Jack en “Lost” y también hemos visto en las películas “Prisioneros” o “No respires” ). Interpretando a sus madres, encontraréis dos caras conocidas de varias series, las de Amy Hargreaves y Kate Walsh.
¿Os la recomendamos?
Sí, con un claro aviso: “13 reasons why” es una serie tan necesaria como trágica. No esperéis sorpresa final en el desenlace ni giros edulcorados para atenuar la gravedad: la protagonista es una chica que ha muerto y la suya es una historia triste.
Pero su estructura narrativa aporta un toque de misterio en la forma en cómo se van desvelando las grabaciones de Hannah, las personas a las que hacen referencia, cuál fue la implicación en los hechos e incluso llegando a poner en duda en determinados momentos si lo que explica la chica en las cintas es verdad o no. Y esto, aunque quizás el tramo medio puede ser un poco redundante, hace que atrape y que no cueste nada devorar sus 13 capítulos de un tirón.
Y por otro lado, esta es una serie emotiva, que cala y donde no cuesta encontrar sentimientos y situaciones con las que uno se sienta identificado.
Si ya habéis leído el libro, en la serie encontraréis diferencias importantes, elementos que suman y que enriquecen la historia. Si no, ver primero la serie puede ser una manera más completa de acercarse a lo que explica.
“13 reasons why” supone una interesante mirada, bien planteada y realizada, a algunos de los males de nuestra sociedad y cómo están afectando a chicos y chicas que están en pleno proceso de descubrirse y definirse como personas. Y a pesar de su oscuridad, el hecho de que volvamos a los institutos pero para ver una historia que no cae en la banalidad, es muy de agradecer.
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