Nacida en Lloret de Mar (Girona), Irene Soler es una actriz formada en Barcelona que actualmente trabaja en Madrid. Su día a día es escribir, dirigir, actuar y soñar. Ha descubierto su pasión por transformar emociones en palabras. Actualmente, podemos ver uno de sus proyectos en los Teatros Luchana de Madrid, “El tren de las 22:27”, pieza teatral de la que es autora y una de las actrices.

¿Cómo te iniciaste en el mundo de la interpretación? ¿Lo tuviste siempre claro?

Escribía el típico diario desde que era muy pequeña. Tenía 11 años cuando escribía “yo quiero ser actriz”, “yo soy feliz cuando hago teatro”, creo que releer esas palabras me demuestra que la pasión estaba ahí desde que era un microbio soñador.

A los 18 dije que yo quería estudiar Arte dramático pero… es difícil que se apueste por las artes a ciegas, sabiendo lo difícil que es este mundo, así que me aconsejaron ir por otra parte, estudié Magisterio de Educación Infantil, pero ya ves, seis años de maestra, unas oposiciones… y adiós a todo porqué no era mi sueño. Si tienes las cosas claras tienes que ir a por ellas, antes o después lo acabarás haciendo si quieres ser plenamente feliz.

Eres una artista inquieta, has hecho teatro, cine y televisión; escribes, diriges e interpretas… Eres dinámica y siempre estás iniciando nuevos proyectos. ¿La suerte llega o hay que trabajar mucho para que llegue?

Mis amigos y mis amigas se ríen de mí porque dicen que me desespero cuando tengo que cambiar una bombilla fundida o colgar un cuadro, pero soy capaz de escribir tres obras, dos cortometrajes y una serie si me dejan dos días sola en casa.

La suerte… ay… yo es que no creo en la suerte. No sé, pienso que realmente es estar en movimiento, que te vean y te conozcan, hay que hacer mucho teatro, estar activo… y sí que es verdad que es un mundo muy cerrado y que les cuesta arriesgar por nuevos talentos cuando ya tienen unos que funcionan y venden… Así que creo que hay que trabajar muchísimo y que algún día alguien apueste por ti. Yo tengo la esperanza todavía de que digan “mira la pelirroja, vamos a darle un papel”. Porque también es una realidad que, para vivir de esto, o estás en televisión y en el cine o los sueldos que recibes no te permiten llegar a final de mes. Tanto trabajo que hace uno, tanto sembrar… tiene que acabar dando frutos tarde o temprano, ¿no? La verdad es que todavía no lo sé. ¡Pero espero que sí!

¿Que te hizo decidir irte a Madrid?

Necesitaba un cambio. Mi vida de siempre era un trabajo estable, un sueldo estable, un piso, una pareja… El chico con el que estaba (y que pensaba que íbamos a estar juntos toda la vida) me dejó y entré en shock. Al tocar fondo me di cuenta de que no estaba en el sitio adecuado ni en el sueño adecuado. Así que ya que lo dejaba todo, quise hacer un cambio radical y en Madrid es donde hay más posibilidades de entrar en este sector, y ha sido la mejor decisión de mi vida.

En Madrid has participado en diversos espectáculos de microteatro, dirigido a público adulto y también a público infantil. Parece que este formato se está consolidando en el ámbito teatral. ¿Qué crees que ofrece en relación al formato tradicional?

Microteatro es como el restaurante de comida rápida, te apetece un rato de entretenimiento exprés y sin estar pendiente de unas entradas a una hora determinada en un teatro donde vas a estar una hora y media. Allí vas, eliges, entras y en quince minutos estás fuera, tomando algo en el bar. Y si te apetece entras a otra obra. Pienso que es un plan diferente y entretenido. A mí me encanta como espectadora, ¡además de cómo actriz! También pienso que tener a los actores y las actrices tan cerca es toda una experiencia. ¡Animo a todo el mundo a probarlo!

En relación a los espectáculos de microteatro infantil que has escrito y dirigido, ¿de qué hablan tus obras? ¿Crees que el público infantil es más exigente que el público adulto?

El público infantil es el más exigente de todos. Piensa que los niños y niñas no tienen filtros y si se aburren lo dicen “me aburrooooo” “quiero irme”, en mis infantiles, por suerte, no ha pasado, jeje. Siempre aprovecho los infantiles para hablar de temas que creo que tienen que revolucionar un poco el mundo educativo. Por ejemplo “Las princesas también llevan gafas” es una crítica a las princesas de largas melenas rubias, con zapatos de cristal y vestidos rosas, que siempre tienen que ser salvadas por un príncipe. O “Inspiración a domicilio” habla de una niña que ha perdido la inspiración porque nadie la ha ayudado a creer en sí misma, nadie se ha preocupado de que sepa que ella es capaz de todo.

Ya que dejé lo de ser maestra quiero cambiar el mundo educativo infantil a través del escenario y la verdad es que está teniendo unos resultados increíbles, ahora tenemos una obra larga, que he escrito y dirigido: “PRINCESA 2.0” y está siendo un éxito, llevamos cuatro meses agotando entradas.

Uno de tus últimos trabajos es El tren de las 22:27, pieza teatral de la eres autora, una de las intérpretes, pero que dirige Manuel M. Velasco. ¿Cómo es la sensación que te dirijan como actriz en un texto que has escrito tu? ¿Cómo ha sido la interacción con el director?

Ha sido toda una experiencia. Estoy muy orgullosa de Manuel como director. Ha imaginado tal cual lo que yo escribí y ha dado vida a mi imaginación de la manera más fiel que hubiera podido imaginar. Ha mejorado la historia al darle forma, ha introducido gags y acciones que todavía le dan más magia a la historia. Parece mentira, pero ha sido tan fácil ceder el texto a ciegas a un director así. Yo confiaba, hiciera lo que hiciera me parecería bien porque ya lo había visto trabajar y me gusta como hace las cosas, siempre muy reales y divertidas. Manuel tiene las cosas claras pero nos deja jugar, probar cosas nuevas y acepta propuestas, o nos las tira por el suelo, pero primero nos deja probarlas. Tengo un equipo que es de ensueño y nos hemos convertido en una familia, parece mentira… porque somos muchos… pero hay una energía tan buena que se nota y se desprende en escena.

¿Qué nos puedes explicar de El tren de las 22:27? ¿Cómo se te ocurrió la historia?

Puedo decir que aún no me lo creo. Empecé a escribir cogiendo trenes de Blanes a Barcelona cada semana durante tres meses, porque estaba rodando una webserie, Hunter; pero me había instalado en LLoret, en casa de mis padres, para trabajar de maestra allí y ahorrar mucho para irme a Madrid. Total, que eran tantos los trenes que cogía que durante los viajes empecé a inventar historias, ¡pero nunca pensé que acabarían encima de un escenario! Me parece realmente impresionante.

La historia va de un grupo de jóvenes que vuelven a casa en un viaje de tren Madrid-Barcelona, y todas las situaciones que viven los hacen interactuar unos con otros. Es una comedia anti-romántica porque habla del amor de otra forma, no solo un final típico donde la pareja acaban juntos, es un final feliz; quizá acabar solo y reflexionando sobre tu propia vida es un muy buen final, porque es un nuevo principio.

El estreno fue en diciembre, pero habéis prorrogado varias semanas más con las localidades agotadas más de un día. ¿Por qué crees que está seduciendo al público?

Estrenamos en diciembre y en breve estaremos en el quinto mes consecutivo, yo nunca había estado tanto tiempo haciendo una obra y encima… ¡es mi obra! Es que realmente me siento muy emocionada. Creo que está gustando tanto porque es imposible no sentirse identificado/a con algún aspecto de cada personaje, o con un personaje u otro. Habla de temas muy actuales, las relaciones de hoy en día, el comportamiento, como afectan las redes sociales… tratamos temas muy actuales y nos reímos de ellos, nos reímos de nuestros dramas. La gente se ríe y acaba con una sonrisa en la boca, acaban el viaje y están enamorados de lo que han vivido y eso es maravilloso. ¡Que dure muchos meses más!

¿Cuales son tus próximos proyectos? ¿Dónde te veremos?

Uau, qué pregunta. Creo que no me puedes hacer una pregunta más difícil. Vivo en un mundo en el que no sé qué será de mí a dos semanas vista. Deseo que lleguen muchas cosas y siempre avanzar, cosas nuevas…

Pero mi objetivo número uno engloba ahora mismo El tren de las 22.27 y PRINCESA 2.0, quiero que vivan mucho y que viajen mucho, quiero mimar estos proyectos y sacarles todo el jugo que puedan exprimir, ¡que yo creo que dan para mucho! Y mientras… seguir escribiendo cosas nuevas, ¡que ya lo estoy haciendo!

Sí, no puedo estar quieta…

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