A primera vista, Riverdale parece otro de esos lugares tranquilos, seguros, respetables e inocentes de América del Norte. Pero si te acercas demasiado, empiezas a ver las sombras que se esconden bajo … “Riverdale” está basada en los míticos personajes de los cómics de Archie ‘, creados en 1968, pero con un giro más oscuro y nada inocente. Como si “Gossip girl” se encontrara con “Twin peaks”.
De qué va?
Comienza un nuevo curso y la localidad de Riverdale todavía no se ha recuperado del trágico asesinato del chico de oro del instituto, Jason Blossom, durante el verano. A la vez Archie Andrews, prototipo de adolescente americano, se replantea su futuro: quiere dedicarse a la música en lugar de seguir los pasos de su padre en el negocio de la construcción. Necesita encontrar a alguien que le ayude en su música pero no le será tan fácil. Por si fuera poco debería poner fin a un amor prohibido y la relación con su amigo Jughead Jones, no pasa por el mejor momento.
Mientras tanto, la chica de la casa de al lado, Betty Cooper, está deseando volver a ver Archie después de haber pasado todo el verano separados. No está segura de querer confesarle lo que siente realmente por él. Las cosas se complican cuando Veronica Lodge llega a la ciudad: una nueva estudiante de Nueva York que enseguida se hace amiga de Archie y Betty. Por supuesto, también está Cheryl Blossom, la misteriosa hermana del fallecido Jason y gran enemiga de Archie, Betty y Veronica, a los que no duda en meter en problemas a la mínima oportunidad.
Cuando “Gossip girl” encontró “Twin Peaks”: quien mató Jason?
“Riverdale” es la última gran apuesta de The CW. Una serie juvenil, desvergonzada, basada en los míticos personajes de los cómics de Archie ‘, creados en 1968, pero con un giro más oscuro y alejado de la inocencia. De aquellos cómics nació una serie de dibujos animados para televisión, “Archie y sus amigos”. Los personajes forman parte del imaginario colectivo de una generación y dieron lugar a numerosas entregas basadas en los personajes de Archie, Betty, Reggie, Jughead y Veronica a ritmo del “Sugar, sugar”.
“Riverdale” juega al whodunit , quién lo hizo, como lo hacen un montón de series actuales como “Cómo defender a un asesino”. Pero también juega con referentes claros y más antiguos. Un cadáver a orillas de un río nos traslada a “Twin Peaks” y más aún cuando vemos aparecer en pantalla a Mädchen Amick . Pero es lo que es, una serie de institutos como lo era “Sensación de vivir” y por ello también encontramos Luke Perry haciendo, esta vez, de padre del muy pelirrojo Archie. “Riverdale” intenta dar un paso más allá, es más descarada como “Gossip girl” y con reminiscencias al cine de terror juvenil de los 90 ( “Scream”, “Sé lo que hicisteis el último verano” …).
“Riverdale” es una mezcla entre clásico y moderno: el dinner donde se encuentran los protagonistas, la chaqueta high-school del capitán del equipo de rugby, el autocine, el vestuario vintage de las chicas mientras se envían mensajes de whatsapp con el móvil de última generación de turno.
Quién está detrás?
Roberto Aguirre-Sacasa es el creador y productor ejecutivo de “Riverdale”. Su tono de guionista de la serie “Glee” también es evidente en esta serie de The CW. A su lado Greg Berlanti otro de los habituales tras de las series que tan buen resultado le están dando a la cadena como “Supegirl”, “Arrow” o “The flash”.
La serie combina rostros televisivos conocidos como Luke Perry, Mädchen Amick, Skeet Ulrich o Molly Ringwald con otros menos vistos como los jóvenes KJ Apa, Lili Reinhart, Camila Mendes o Cole Sprouse.
Os la recomendamos?
“Riverdale” pertenece a un target muy específico, por algo la han llamado “Teen” Peaks. La quieren vender como una serie de misterio estilo Twin Peaks, pero la realidad es que recuerda mucho más a “Gossip girl”, “Pretty Little res” o si me apretáis “Crónicas vampíricas” o “Crepúsculo” pero sin vampiros. Su piloto con todo aquel paisaje canadiense si que señala a una serie más de misterio pero en los capítulos siguientes el tono oscila entre el “¿quién mató a Jason?” al nivel más estudiantil y los temas más de culebrón adolescente. La serie nunca se acaba de decantar del todo al lado oscuro.
Sí es cierto que es una serie con buena factura, con unas interpretaciones correctas y un desarrollo de capítulos que siempre deja con la intriga al espectador con el esperado “Cliffhanger” final que lo liga hasta el siguiente capítulo. “Riverdale” tiene muchos números para convertirse en un “guilty pleasure” de mucha gente. Una de esas series que ve uno pero no farda demasiado -queda más guay decir que estás viendo “House of cards” – y que se acaba siguiendo fielmente porque es distraída, con un puntito gótico, de humor cáustico y con muchos secretos pendientes de descubrir.
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