Empecemos con un aviso: si tenéis algún interés en ver la nueva película de M. Night Shyamalan y aún no habéis visto el tráiler: NO LO HAGAIS. Absteneros de darle al play con todas vuestras fuerzas. Desde que saltó fulgurantemente a la liga de los grandes directores con los éxitos de “El sexto sentido” (1999) y “El protegido” (2000), el director hindú ha tenido una filmografía que podríamos calificar de irregular. Con la aparente presión de tener que facturar finales sorprendentes y historias originales a la altura de sus dos grandes hits, una tras otra las películas de Shyamalan se han quedado por debajo de la expectativa (injusta o no) con pocas excepciones. Y con todo, se planta insistente ya en la docena de títulos con este que nos ocupa: “Múltiple” (Split).
Pero ay, Shyamalan y su nueva película concebida para sorprender han topado con su peor enemigo: un montador de trailers sin comedimiento. Las promociones que se han emitido en cines y televisiones explican prácticamente toda la historia, sin dejar espacio para que un espectador que ha sido sometido al bombardeo publicitario pueda sorprenderse en la sala de cine. En una historia narrativament planteada para ir desplegándose a medida que avanza, este es un golpe mortal.
Pero admitiendo que tampoco sería justo valorar una película por las malas decisiones de sus publicistas, centrémonos en la obra de Shyamalan. En “Múltiple”, empieza sin mucho preámbulo mostrándonos cómo tres chicas (Anya Taylor-Joy, Jessica Sula i Haley Lu Richardson) que salen de comprar en un supermercado y se disponían a volver a casa, ven a un desconocido meterse en su coche y dejarlas insconscientes. Poco después de despertar en una habitación, descubrirán que han sido secuestradas por un hombre (James McAvoy) que sufre un transtorno de personalidad múltiple que le lleva a adoptar diferentes carácteres según cuál de sus otros yo predomine en cada momento.
A partir de aquí, el film va desplegando las distintas facetas del captor, con el juego que da cada personalidad en relación a su situación con las secuestradas y con el mundo exterior. Y también nos muestra a las tres chicas en su esfuerzo por entender lo que les está pasando y escapar, lideradas por la más avispada, Casey, una joven no exenta de fantasmas del pasado que también la han marcado de por vida (el único aspecto que el trailer no consigue chafar).
Es en el duelo interpretativo de ambos donde la película tiene su mejor baza, con un James McAvoy que da rienda suelta a varios personajes en uno dotando a todos de matices propios, y una Anya Taylor-Joy que reconfirma su potencial después de que la descubriéramos en la inquietante “La bruja“.
Tanto en el guión como en la dirección, Shyamalan vuelve a demostrar su buen pulso para conducir un puzzle del que va montando las piezas a su ritmo hasta culminar con la foto completa. Con su planificación de planos, movimientos de cámara y apoyándose en el trabajo del cinematógrafo Mike Gioulakis dota a los escenarios de la dimensión psicológica que la trama requiere. Y si bien es verdad que por la situación que plantea y los personajes con los que trabaja, hay varios momentos en que transita por la fina línea que separa lo serio de lo ridículo, haciendo temer al espectador que va a patinar, consigue mantenerse sobre el alambre con cierta elegancia.
Para el final incluso se guarda en la manga un guiño para sus fans en forma de autoreferencia a su filmografia, que podría apuntar a cuál será su próximo paso como director.
Hacer Comentario