Christopher Walken, el legendario actor de películas emblemáticas como “La zona muerta”, “Pulp Fiction”, “La Profecía”, “El cazador” o “Sleepy Hollow” ha llegado a Sitges. El sábado recibirá el máximo galardón del Festival, el Gran Premio Honorífico, durante la gala de clausura. Mientras nos distraemos, más o menos, con “I Am Not a Serial Killer”, “Swiss Army Man” y “Shelley”.
Am Not a Serial Killer
John Wayne Cleaver es un adolescente obsesionado por los asesinos en serie que, a pesar de sus tendencias sociópatas, hace todo lo que puede para no convertirse en uno de ellos. Cuando el pueblo frío del Midwest americano donde vive se ve acechado por una ola de muertes sangrientas, John decide perseguir al culpable, bajo la amenaza de descubrir que él es mucho peor que su enemigo.
“No soy un serial killer”, es el primer libro de una saga literaria escrita por Dan Wells. Su protagonista es un adolescente diagnosticado como sociopata que lucha por no dejar ir sus instintos asesinos. Leí el libro atraída por este Dexter adolescente y por la misma razón he querido ver la película. No os sé decir la razón pero lo que funciona en el libro, la voz de este personaje que lucha contra sus instintos cuando un asesino en serie llega a su pueblo, no acaba de funcionar en la película. Resulta un adolescente anodino, molesto y poco interesante. En el film no queda tan claro su lucha interna y se acaba haciendo pesado. No funciona como thriller, no funciona como reflexión de los bajos instintos de un adolescente.
Swiss Army Man
Después de una larga temporada aislado en una isla desierta, Hank encuentra compañía en el flatulento cadáver de un joven que el agua ha llevado hasta la orilla. Poco a poco, el náufrago y el muerto desarrollan una preciosa amistad. ¿Puede una película ser a la vez escatológica, tierna y absurda? “Swiss Army Man” demuestra que sí, brindando además a Daniel Radcliffe el personaje más peculiar de su carrera.
No me imagino a los hipsters de Sundance viendo esta película donde las flatulencias forman parte vital de la trama de la película … Bueno, me los imagino marchando de la sala absolutamente indignados. “Swiss Army Man” es una comedia deliciosamente ridícula, tierna pero, curiosamente, con un trasfondo terriblemente triste sobre la soledad donde destacan las interpretaciones de Paul Dano y Daniel Radcliffe, muy lejos de su correctísimo Harry Potter.
Shelley
Elena se desplaza al campo para trabajar como asistenta de Louise y Kasper. La casa es tranquila y oscura y no tiene electricidad por deseo expreso de Louise, convaleciente tras un aborto. Cuando Louise propone a Elena que sea madre de alquiler, la joven acepta. El dinero le irán bien, piensa. Sin embargo, el embarazo va mal. Algo crece dentro de Elena, pero lo hace demasiado rápido.
“Shelley” es “La semilla del diablo” nórdica. Quizá por eso de venir de uno de los países del frío es en exceso contenida. Marca algún punto de “mal rollito” pero justo cuando parece que llegará el terror de verdad, te la acaban.
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