Scott McCloud, aparentemente un “intruso” en el mundo del comic-book de superhéroes, se desenvuelve con habilidad en su personal visión de un Superman que recupera los valores fundacionales en una miniserie que destaca por su originalidad y sentido del humor.
Como la mayoría de superhéroes, Scott McCloud es un autor de cómics con un conflicto de doble identidad. Por un lado, está el McCloud ensayista y teórico del medio que, en obras como Entender el cómic y su continuación, Reinventar el cómic, confirma la porosidad del lenguaje de la historieta proponiendo una serie de viñetas metalingüísticas que se interrogan sobre los límites y las posibilidades del noveno arte. Por otro lado, está el autor de obras personales como Zoot! (1984), una inventiva parodia del género por antonomasia del comic-book norteamericano, los relatos de superhéroes. En esta obra, McCloud ironizaba con gracia sobre los clichés de un género que a menudo oscila entre la construcción de una épica del siglo XXI y los reiterativos argumentos fast-food repletos de bofetones entre tipos con mallas.
La empresa DC ha demostrado saber encajar las críticas de McCloud encargándole que ofrezca su propia visión del personaje más popular (con perdón del hombre-murciélago) de la compañía. El Superman de McCloud está alejado del tono trascendente de algunas recientes visiones. El guionista bostoniano parece más interesado en recuperar la atmósfera camp y naíf de las historias de la Golden Age (o del Superman de Richard Donner), añadiéndole, eso sí, considerables dosis de ironía desmitificadora puramente postmoderna.
Fuerza es una especie de ejercicio proustiano sobre el pasado juvenil del hombre de acero que intenta explicar las razones íntimas para su inquebrantable comportamiento moral de la madurez. Su personalidad se contrapone a la del antagonista Fido, un aparente triunfador con aires mefistofélicos que arrastra un pasado traumático que finalmente emerge a la luz. McCloud empieza la historia como una sátira ligera, pero poco a poco convierte el argumento en una interesante novela gráfica psicológica que gana puntos cuando nos adentra en los recuerdos olvidados de héroe y villano.
Pero también hay aquí espacio para la aventura y, especialmente, para un sentido del humor muy particular, que recuerda la ciencia-ficción inocente de las antologías televisivas y las revistas pulp de los años cuarenta. McCloud se atreve a dejar la cabeza del héroe atrapada en otra dimensión (mientras el resto de su cuerpo forcejea por liberarse en la Tierra); una situación ridícula que nos ofrece varias páginas de deliciosa parodia. En otro de los momentos “cumbre”, Superman debe proteger una Metrópolis miniaturizada de objetos cotidianos –monedas, bolígrafos, clips, llaves…– que amenazan con aplastar a los ciudadanos; una curiosa variación de los argumentos del fantástico clásico como El increíble hombre menguante.
Fuerza se lee de una sentada, gracias a la habilidad de su guionista para captar la atención del público con una historia poco convencional, que ofrece una imagen inédita del hombre de acero. La historia se beneficia también del dibujo del brasileño Aluir Amancio, con un estilo a medio camino entre el cartoon y los dibujantes clásicos como Herb Trimpe o el Jack Kirby más esquemático y cubista. Pero la gran golosina visual son sin duda las impresionantes portadas de Alex Ross, que como siempre da muestras de su impresionante talento para el hiperrealismo.
Editorial: ECC
Web editorial
Páginas: 160
Precio: 16,95 €
Guión: Scott McCloud
Dibujo: Aluir Amancio, Scott McCloud
Formato: Cartoné, a color.
ISBN: 978-84-16581-61-0
Edición Original: Superman: Strength núms. 1 a 3

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