Aquellos a los que no afecte la política y hayan conseguido ser impermeables a sus mensajes, tienen una cita en el Club Capitol con el monólogo sarcástico y reflexivo de Queco Novell.
No era semana esta para un estreno similar, pero aún así el actor y único intérprete Queco Novell gustó en líneas generales. Este 29 de junio ha sido el estreno de Confessió d’un expresident (que ha portat el seu país al llindar de la crisi), dirigida per Xavier Ricart, en plena resaca electoral. Aún con la decepción (o no, según los gustos) de ver que los votos no castigan las mentiras públicas ni la corrupción enquistada, Novell se pone en la piel de un expresidente -sin nombre, ni alusiones- que años después de dejar el cargo se sincera con su pueblo.
“Si el pueblo no aprende a gobernar, la democracia es la peor cosa que le puede pasar a un pueblo”, llega a decir Novell. Y es que el guión firmado por Davide Carnevali es intenso hasta decir basta. El expresidente habla a su auditorio con la tranquilidad de quien ya no tiene responsabilidades -ni tampoco vergüenza- para asumir que las promesas electorales son eso, promesas, sin nada de contenido ni consistencia. De hecho, llega a decir que “¿cómo es posible que los electores se crean que los políticos puedan crear millones de sitios de trabajo?”, una reflexión que sacude la conciencia de los espectadores, sobretodo en el contexto de ser esta la semana de después de conocer lo que ha pasado a escala nacional con las elecciones generales.
Con una puesta en escena sencilla, con una pantalla detrás, un atril y una silla, Novell convence como político. Te lo crees. Es solo al final del espectáculo cuando se proyectan imágenes de diferentes expresidentes, estos sí con nombre y apellido, que han sido condenados por malversación de fondos, corrupción o fraude fiscal, entre otros, como el catalán Jordi Pujol que tambe tiene el dudoso honor de aparecer en esta secuencia (con aplauso espontaneo de algún espectador incluido). Imágenes que recuerdan el mundo en que vivimos y que dejan un agrio sabor al público, sabiendo que la manipulación política está en el orden del día y que, incluso, caemos sabiendo las consecuencias.
En conjunto, el monólogo es una experiencia para saborear si estás seguro de mantenerte incólume a las afirmaciones y asunciones de mentira constante que el protagonista extiende sin ningún tipo de pudor. Pero, si el texto consigue sacudir la conciencia, es fácil que salgas enfadado con el mundo y enfadado con la clase política. Es al menos lo que me pasó a mí, que tres días después de ver como el partido político con más casos de corrupción volvía a ganar las elecciones generales, la figura de Novell se me indigestó. Y esto tiene su mérito.
Teatro: Club Capitol
Web teatro
Autor del texto: Davide Carnevali
Dirección: Xavier Ricart
Intérprete: Queco Novell

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