Después de una primera etapa en Televisión Española, Bertín Osborne ha aterrizado desde hace unas semanas en Telecinco, redenominando su programa como “Mi casa es la tuya”, un espacio en el que recibe a personajes famosos en su propia casa para entrevistarles.
Esta semana el turno fue para Malú, cantante madrileña de reconocido éxito, miembro de una estirpe de artistas -hija de Pepe de Lucía y sobrina del desaparecido Paco de Lucía-. Llegó la cantante a lomos de un caballo hasta la puerta de la mansión que Bertín Osborne posee en Sevilla, saliendo el presentador a recibirla para sentarla en un sofá el resto de la noche.
La entrevista bastante aburrida, sin interés. La cercanía que se pretende enmarcando las entrevistas en un entorno más íntimo no aportó mucho (por no decir nada) en este caso. Malú estuvo igual que hubiera estado en cualquier plató de televisión, sin desvelar nada que el espectador ya conociera de otras entrevistas. No se relajó en el sofá de Bertín y estuvo siempre marcada por los limites que tenía claro no quería traspasar.
El contenido de la entrevista estuvo principalmente marcado por su carrera profesional, por la influencia que ha tenido el pertenecer a una saga de artistas tan reconocida y por su carácter (no tiene fama precisamente de simpática). En dos ocasiones intentó Bertín inmiscuirse en su vida amorosa, en una dando un rodeo intentando averiguar si tenía pareja y en otra directamente preguntando si tenía novio. La cantante esquivo con arte la pregunta, reconduciendo nuevamente la conversación.
Y Bertín en su línea y sin salir de su personaje: ese maravilloso macho ibérico, atrincherado en su cortijo, con un buen copazo de vino y presumiendo de no saber encender un fogón. Bastante patético y pasado de moda.
Al programa le sobra la media hora inicial dedicada a recordar los mejores momentos de la semana anterior, en este caso a Martes y Trece. Y la semana que viene el mismo refrito con Malú, intentando así mantener al espectador… Sin duda el formato está de moda. Llego al final de estas líneas a la vez que Susana Griso pasa “Dos días y una noche” con Pablo Iglesias. Ay, cuánto daño ha hecho Albert Om…
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