Las últimas películas que se han podido ver en la competición de Cannes han sido la muy esperada ‘Elle’ que reúne al director holandés Paul Verhoeven con la francesa Isabelle Huppert, el vistoso pero vacío retrato del mundo de las modelos que ha presentado el danés Nicolas Winding Refn en ‘The Neon Demon’ y la última película que se añadió a la lista de Cannes, ‘The Salesman’ de Asghar Farhadi.
El director holandés Paul Verhoeven vuelve a la competición del Festival de Cannes, tras haberla inaugurado en 1992 con ‘Instinto Básico’, con ‘Elle’ adaptación de la novela ‘Oh…’ de Philippe Djian protagonizada por una Isabelle Huppert soberbia.
La actriz francesa interpreta a Michéle, la propietaria de una empresa de videojuegos que a pesar de un duro pasado vive su vida como quiere. En el arranque de la película es violada en su propia casa por un desconocido.
‘Elle’ es una comedia negrísima, con un humor perverso, desinhibida a la hora de tratar temas escabrosos e imprevisible y libre en su desarrollo. No es que sea políticamente incorrecta. Da la impresión de que ‘Elle’, película y personaje, no conocen ese concepto.
Pero si bien ‘Elle’ es una película dominada por la presencia de su personaje protagonista, está llena de una galería de secundarios a cada cual más atractivo. Personajes de los que sólo conocemos unos detalles, que en unas pocas frases o en unos minutos consiguen atraer el interés del espectador y conforman una amalgama irresistible.
El guión, escrito por David Birke, está lleno de situaciones que en otras manos podrían haber sido escabrosas y morbosas, pero la falta de dramatismo, de complejos y de prejuicios con los que las trata convierten a ‘Elle’ en una sucesión de sorpresas en las que todo puede ocurrir.
La puesta en escena de Verhoeven es dinámica y desinhibida, con un ritmo vibrante y una atención continua a los detalles y a los pequeños gestos que consiguen la complicidad del espectador.
Tras ganar el premio al mejor director en la edición de 2011 del festival por ‘Drive’ y provocar divisiones encontradas en 2013 por ‘Only God Forgives’, el danés Nicolas Winding Refn ha presentado ‘The Neon Demon’, una pesadilla llena de colorines y diseño sobre el mundo de las modelos.
La trama principal de ‘The Neon Demon’ se centra en el ascenso de una adolescente recién llegada a Los Angeles, interpretada por Elle Fanning, para triunfar como modelo. Su éxito provocará la envidia de sus compañeras / competencia que harán todo lo posible para arrebatárselo, en una trama que recuerda a grandes rasgos a la de ‘Showgirls’, precisamente de Paul Verhoeven, si bien aquélla se ambientaba en el mundo de las bailarinas de los shows de Las Vegas.
Nicolas Winding Refn, o NWR como dice la marca que el director danés se ha inventado para esta película y que nos muestra en los títulos de crédito iniciales, convierte ‘The Neon Demon’ en un festival de imágenes de diseño, de secuencias visualmente impactantes a los sones atronadores y oportunos de Cliff Martinez, pero vacías y triviales en coherencia con el mensaje de la película. Pura estética de publicidad de lujo. Un vacío y una trivialidad acentuados por la continua dilatación del tiempo de las secuencias que termina por agotar ante el abuso permanente de este recurso. Una belleza hueca cuyo objetivo en muchos momentos parece ser alimentar el morbo y el voyeurismo del espectador.
El iraní Asghar Farhadi, ganador del Oso de Oro de Berlín por ‘Nader y Simin, una Separación’ y que debutó en la competición de Cannes en 2013 con ‘El pasado’ por la que Bérénice Bejo se llevó el premio a la mejor actriz, ha presentado ‘The Salesman’, con la que vuelve a Teherán en un nuevo retrato de la clase media acomodada de su país.
La película arranca cuando un matrimonio se ve obligado a mudarse cuando por culpa de unas obras, el edificio en el que viven está a punto de desmoronarse. Una vez instalados en su nuevo apartamento, un incidente provocado por una confusión relacionada con la anterior inquilina pondrá a prueba las relaciones del joven matrimonio.
‘The Salesman’ mantiene las características del cine Farhadi, relaciones familiares, el hogar como elemento de referencia y un hecho puntual e inesperado que hará saltar el equilibrio más o menos (in)estable que existía hasta ese momento. En esta ocasión, el guión de Farhadi introduce un elemento adicional, el matrimonio protagonista participa en un grupo de teatro que están preparando ‘Muerte de un viajante’ de Arthur Miller, y lo que ocurra en sus vidas reales afectará a su forma de encarar la representación de la obra y viceversa.
Con estos elementos Farhadi construye un cuento moral sobre la venganza, la defensa y resarcimiento del honor y sobre las relaciones de pareja entre hombre y mujer en el Irán actual pero con lectura universal, contado con solvencia e inteligencia, sin caer en el maniqueísmo o el victimismo gratuitos, a pesar de que por momentos la relación entre los dos planos de la narración (la obra de teatro y la realidad) resulte demasiado tenue.
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