Esta semana vuelve a la cartelera teatral una de las figuras míticas del repertorio universal: Don Joan. En esta ocasión en el TNC en coproducción con La Brutal, la compañía que el año pasado sorprendió con la trilogía Tot pels diners (“Mammón”,“Cleòpatra” i “L’onzena plaga”) en coproducción con el Teatre Lliure.
Esta vez la apuesta es adaptar el clásico Don Joan de Moliere a la época actual. ¿Qué podemos extraer de un Don Joan ahora mismo? Se trata de la historia de un hombre hipócrita y vividor que cree por encima de todo, con un discurso excelente servido de forma ingeniosa por Moliere. El tema religioso pesa de forma importante en la pieza y adaptar la cuestión no es fácil. En cuanto a la adaptación actual de la faceta amorosa podríamos decir que en una época donde la idea convencional de pareja se ha difuminado y las nuevas tecnologías ocupan el espacio del “amor”, la propuesta se queda un poco por detrás de lo que podría haber sido. Tinder, Grindr, AdoptaUnTío y muchas más aplicaciones… ¿es aquí donde quizá existe la nueva versión de Don Joan?
David Selvas dirige esta propuesta de forma irregular y sin riesgo en el discurso; muchas ideas son interesantes pero falta una cierta homogeneidad en el crecimiento energético de la pieza, que empieza de forma intensa pero decae en la parte media para volver a renacer en el último tercio. Falta una cierta cohesión a nivel de dirección en las transiciones que hace que la pieza no termine de tener continuidad. Si se propone algún discurso actual sobre el texto este no es claro y sobretodo falla en la adaptación del tema religioso.
Aún así, aparecen algunos momentos escénicos potentes. Vestidos con una escenografía de Max Glaenzel que nos traslada al comedor del Hotel Comendatore, una especie de lugar incierto donde podría resonar la inquietud de El Resplandor i de algunos montajes de Peeping Tom, con una propuesta de proyección visual, lumínica y sonora bien resuelta (Mar Orfila, Mingo Albir y Lucas Ariel Vallejos).
El elenco actoral hace un trabajo correcto que probablemente irá creciendo en el desarrollo de las funciones diarias. Aunque la mayoría pensaría en destacar a Julio Manrique por su personaje protagonista (una actuación digna de un actor con solera como él, más contenido de lo que acostumbra), quien realmente brilla en este espectáculo dando momentos de gran calidad interpretativa es Cristina Genebat en el papel de Doña Elvira (su monólogo final es magnífico, mágico y preciosamente equilibrado). A destacar el trabajo de corporalidad y movimiento (a cargo de Nuria Legarda) en la parte final del espectáculo, sobre todo por parte de las féminas del equipo (tan mal paradas en manos de Don Joan pisan firmes la escena en esta propuesta – Genebat, Anna Azcona y Nausicaa Bonnín-). El tándem Julio Manrique – Manel Sans com a Don Joan – Sgnarelle es una propuesta interesante, pero no acaba de producirse magia escénica entre ellos dos. El peso bien equilibrado de Lluís Marco, el polifacético Javier Beltrán y un discreto Xavi Ricart completan el reparto.
El Don Joan en el TNC se estrena con todas las localidades agotadas para todas las funciones, que seguro gustará mucho al público en general. Un espectáculo que pasará por distendido y resuelto con gracia, menos arriesgado de lo que sería deseable. La Brutal hace un salto al TNC, pero a lo mejor su manera de hacer y su público diana se adecuan más a otros espacios y otras propuestas donde puedan jugar con más valentía aún. Esperamos más sorpresas como las del Lliure el último año. Y el Don Joan queda aquí, arrancando algunas risas al principio pero con poca probabilidad de remover algo más profundo posteriormente dentro del espectador.
Teatro: TNC
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Autor del texto: Moliere
Dirección: David Selvas
Intérpretes: Julio Manrique, Manel Sans, Cristina Genebat, Lluis Marco, Anna Azcona, Nausicaa Bonnín, Javier Bertran i Xavi Ricart

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