El test
4Nota Final
Puntuación de los lectores: (0 Votos)
0.0

Una cena. Un apartamento de lujo. Dos parejas y una pregunta: “¿Qué escogerías? 100 mil euros ahora mismo o 1 millón dentro de diez años?” Así empieza El Test, de Jordi Vallejo y con dirección de Cristina Clemente.

Cuenta con un reparto sólido: David Bagés, Dolo Beltran, Mima Riera y David Vert, y con un espacio escénico aceptable.

El planteamiento inicial lo tiene todo para hacernos disfrutar de un buen thriller psicológico (y no una comedia como pretende vendernos el díptico ya que, a pesar de algunos apuntes cómicos, en ningún caso puede ser incluida dentro de este género)

Así pues, nos encontramos con una cena, dos parejas y una proposición que, igual que la que recibió Demi Moore en la mítica película de los 90, servirá para poner a prueba los principios de los personajes, los límites de las relaciones y la solidez de los vínculos que los unen. Y, no obstante, algo falla.

El ritmo no es el que debiera, la trama no termina de despegar, las relaciones son extrañas, casi forzadas, y los conflictos parecen metidos con calzador.

Se empiezan a desvelar ciertos secretos (cómo era de esperar) sobre los personajes y la amistad que los une, aparecen los primeros roces, las primeras chispas… Y, desgraciadamente, en lugar de ir cociendo la tensión a fuego lento, manteniendo la atención del espectador a lo largo de toda la obra, en lugar de vernos atrapados por el suspense, la energía empieza a fluir a bandazos, con gritos emocionales, con peleas explosivas que surgen sin el menor matiz. Echamos en falta el subtexto, la tensión subyacente que todo el mundo anticiparía cuando se mezclan intereses económicos y viejas amistades. Tan sólo asistimos a muestras de fuerza y enfrentamientos extremos, de esos de todo o nada y, tal vez, no sea esta la mejor de las elecciones a la hora de tratar un tema tan racional y de tan compleja respuesta como el test que se nos plantea en forma de pregunta.

Es cierto que el dinero, en las dos opciones que nos plantea el test (ya sean 100 mil euros inmediatos o 1 millón en diez años), es un gran aliciente para aguantar palabras agrias y situaciones dolorosas, pero este parece ser un recurso demasiado utilizado, como si se tratara del único adhesivo que mantiene unida la obra, un conflicto que necesita de un vínculo entre los personajes que no nos terminamos de creer.

El Test

Se trata de la situación en si, y de cómo se resuelve. Se trata de las palabras, de las frases, del ritmo… Se trata principalmente del texto. Un texto que hubiera necesitado una dramaturgia bastante más minuciosa para no caer en los estereotipos y frases poco ingeniosas que nos alejan de la ficción. Preguntas tópicas y respuestas previsibles que provocan que demos vueltas y más vueltas al mismo tema sin acabar de avanzar realmente.

Por otra parte, la dirección tampoco aporta nada para subir ese peldaño que nos hubiera permitido gozar de una buena velada teatral. Los movimientos son caóticos, la luz no evoluciona y la escenografía es un mero decorado que no reviste ningún interés semiótico para acompañar el tema principal. Se nota una lamentable falta de trabajo previo a los ensayos para establecer unos cimientos consistentes sobre los cuales edificar el espectáculo.

En resumen, nos encontramos delante de una pieza muy normalita que sólo se sostiene por las tablas y la energía que aporta el elenco actoral que, a base de instinto y experiencia en el oficio, equilibra el espacio y mantiene cierto nivel energético y más de un gag que puede arrancarnos una sonrisa.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ús de cookies

Aquest lloc web utilitza cookies per tal d'oferir la millor experiència d'usuari. Si continues navegant estàs donant el teu consentiment a l'acceptació de les mencionades cookies i de la nostra política política de cookies, fes click a l'enllaç per més informació.

ACEPTAR
Aviso de cookies