Eddie Mannix trabaja en la industria del cine de Hollywood de los años 50. Su trabajo consiste en arreglar los estropicios de todo el mundo con tal de que las producciones cinematográficas se puedan llevar a cabo. Ahora su misión consistirá en descubrir qué ha pasado con la estrella Baird Whitlock, desaparecido durante un rodaje.
Los Coen han vuelto y con ellos sus comedias histriónicas. Hoy se estrena ¡Ave, César!, tres años después de su última película, con un reparto sensacional y unas cuantas carcajadas aseguradas. Parece que la espera de los Oscar para saber si han sido galardonados por el mejor guión original (Bridge of Spies) no es suficiente.
Todo el mundo quiere trabajar con los hermanos Coen. Así que Joel y Ethan han decidido meter a “todo el mundo” dentro de una sola película. Siendo los reyes de las mil tramas y subtramas, los hermanos no han tenido ningún problema con dar pequeños papeles a Scarlett Johansson, Channing Tatum, Ralph Fiennes o Tilda Swinton, y papeles aún más pequeños a Frances McDormand o Jonah Hill.
Aun no siendo la mejor de sus películas, ni la mejor de sus comedias, ¡Ave, César! busca más recordar al público que los Coen siguen presentes en el panorama cinematográfico actual, que sorprender con una obra maestra incomparable. Al estilo de Burn After Reading, aquí se nos presenta una trama que parece irse complicando a cada minuto, en este caso por la aparición de nuevos personajes e inconvenientes con los que se encuentra el protagonista para poder solucionarlo todo.
George Clooney muestra de nuevo su faceta cómica que parece mejorar con cada nueva aparición, y hace que el público esté deseoso de volverle a ver a cada final de escena. Josh Brolin queda eclipsado con este secundario, puesto que su personaje acaba siendo un simple punto de unión entre todas las tramas y personajes, mientras se preocupa de la suya propia. Entre los muchos otros participantes, quizás Channing Tatum es el que más resalta porque, como siempre, demuestra que sus dotes interpretativas son mucho mejores de lo que se cree. El resto del elenco da ritmo y variedad de imagen al metraje, pero dan la sensación de estar desaprovechados.
¡Ave, César! se suma, pues, al currículum y la filmografía de los Coen. Su entretenimiento y calidad muy por encima de la corrección les permite seguir trabajando con los más grandes actores y los mayores presupuestos. Joel y Ethan nos recuerdan que no han perdido frescura y nos hacen desear que llegue su siguiente creación.
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