“I’m your father” és un documental que destapa la máscara de uno de los episodios más oscuros de Star Wars. Un acto de justicia a la figura de Darth Vader.
Cuando en “El retorno del Jedi” Darth Vader se saca la máscara, descubrimos la cara del padre de Luke Skywalker. Curiosamente, no se trata de David Prowse, el actor que ha estado escondido bajo ese vestido negro en los tres films de la saga de Star Wars rodados hasta el momento, hasta esta secuencia. Toni Bestard y Marcos Cabotá dirigen este documental en busca de los motivos que apartaron Browse de su merecido momento de gloria.
Cabotá, viaja hasta las afueras de Londres para reencontrarse con Prowse, quien a sus ochenta años vive una vida tranquila, de aparente normalidad. Pero tras él se esconde una de las historias más increíbles de la historia del cine. Un gigante de dos metros de altura, campeón inglés de halterofilia que durante su carrera de actor a penas mostró el rostro. Cabotá le hace una propuesta: loca, arriesgada, justa.
A través de la investigación, el documental revive el impacto e importancia que tuvo “La guerra de las galaxias” para el cine moderno. Pero, sobre todo, relata la identificación, el crecimiento y la vida del actor que interpretó la encarnación del mal, en un personaje que ha acontecido referente de la saga de George Lucas. En el fondo de su motivo, sin embargo, “I’m your father” pretende homenajear a todos aquellos actores que han dado su cuerpo a un personaje. Bajo una máscara o un maquillaje que los ha hecho irreconocibles.
Con una construcción dinámica, el documental se va hilando desde el deseo, la realidad y la ilusión. Pasado, presente y futuro se van entretejiendo para ofrecernos un relato bien tensado. Donde no falta nada, donde las diferentes voces de la historia dan su visión de los hechos. Hechos, que los protagonistas (excepto George Lucas que no quiso participar) explican o que Cabotá se encarga de encontrar. Los espectadores van encajando las piezas del rompecabezas. Y van empatizando con el proyecto de los directores.
Paulatinamente, vamos dibujando un personaje a quien le doblaron la voz. Un actor que se fue enterando de todo una vez filmadas las películas. La deshumanización de Hollywood y de sus mecanismos de autoprotección quedan con el culo al aire. Demostrando, que el éxito y las ganancias, a menudo tienen un trasfondo oscuro. Y que aquellos que han ayudado a sobresalir el producto final quedan apartados cuando interesa.
Una historia loca. Empujada por aires de justicia cinematográfica. Que desafía las leyes más restrictivas del star system. El gran valor de este documental está en demostrar como la decisión de no mostrar a David Prowse en el plano donde se descubría la identidad de Darth Vader, además de ser un acto ruin y miserable (por cómo se hizo), fue una decisión injusta. Con gran pericia y bajo el espíritu de un Robin Hood galáctico, Bestard y Cabotá, nos permiten apreciar la verdadera cara de Darth Vader. Las fuerzas del mal han quedado al descubierto.
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