Los particulares cuentos de George Saunders inician su camino con “Secessiolàndia pel pedregar”, su primer libro publicado en 1996. Con la cuidadosa traducción de Yannick Garcia llega en catalán a nuestras librerías de la mano de Edicions de 1984.
La transgresión y el éxito no son ingredientes que se digieran de buenas a primeras. La dificultad para abrirse camino en una sociedad tan competitiva y ausente de autenticidad golpea fuerte. Y así lo explicita Saunders en un preámbulo que debería servir de guía y acompañamiento para todos aquellos escritores noveles. En él, Saunders enumera las dificultades, contradicciones, equivocaciones y dudas que estuvieron a punto de hacerlo abandonar definitivamente la escritura. De una manera clara y comprensible desprende un universo particular y un fuego de motivaciones y de exhalaciones vitales que ayudan a entender su obra.
La opresión de la clase obrera norteamericana aparece como una veleta sin rumbo. Como si el viento viciado que la hiciera girar sólo fuera capaz de clavarnos la punta de la flecha, para rasgarnos las vísceras. Siete relatos (ocho, si contamos el preámbulo) con diferentes extensiones pero con la misma intensidad conmovedora. Que seccionan nuestras vidas y las de nuestro entorno. De alguna manera, divagamos por una calle de historias comunes dentro de un universo de hipérboles tétricas que nos sacuden el alma. Sin embargo, nos aproxima, de manera magistral, hacia una realidad dolorosa. Hacia aquellos aspectos escondidos de nuestra existencia. Hacia aquella ropa sucia que escondemos en el fondo del armario y de la que no nos podemos desprender. Tal vez, por este motivo, cuando nos sumergimos en las palabras de Saunders las polillas nos ciegan la mirada y el polvo concentrado nos entorpece la respiración.
“Secessiolàndia pel pedregar” presenta un mundo turbio de cinismo doloroso e ironía sobrecogedora. Lo hace con un predominio de frases cortas y contundentes. Con un lenguaje sencillo y cuidadoso, Saunders se sirve de la primera persona para aproximarnos emocionalmente hacia los protagonistas de sus relatos. Son seres desvalidos, donde la desgracia les impulsa hacia un callejón sin salida, donde la perdición y el sentido del humor les espera. La acción impulsa los protagonistas de las diferentes historias. Y a través de ellas emergen sensaciones y emociones que nos permiten completar un rompecabezas en el que lo que se muestra y lo que no redondean un sentido profundo, no muy esperanzador, de la sociedad actual.
Aunque su obra más alabada, “10 de desembre”, fue designada por The New York Times como libro imprescindible del año 2013, “Secessiolàndia pel pedregar” inicia el camino que permite adentrarnos en una original mirada, de excelencia literaria. Saunders se instala en los zapatos de aquellos a quienes el capitalismo margina. Lo hace con una mezcla de compasión, crudeza y humor que nos aleja del cinismo con que son tratados los desvalidos por el cine o por la literatura más comerciales. Bajo la influencia de Chéjov y, más aún, de Raymond Carver, Saunders da un paso más allá del realismo social de Mark Twain o del futurismo de George Orwell. Hurgando un poco más sobre la explotación.
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