Impedimenta sigue adelante con la recuperación de las obras de Edmund Crispin. En este caso nos encontramos con el primer caso de Gervase Fen, el profesor detective que tan pronto resuelve un caso como molesta y enfada a todas las personas que hay a su alrededor. Eso sí, para disfrute de un público que no puede más que rendirse ante el ingenio de escritor y personaje, verdaderas fuentes de diversión.
Las compañías de teatro suelen ser siempre un hervidero de habladurías. Pero pocas son tan intrigantes como la que se encuentra actuando en estos momentos en Oxford. La joven y letal Yseut, actriz algo mediocre y maliciosa, es el centro de todas las miradas, aunque su principal talento consiste en destrozar las vidas de los hombres que la rodean. Hasta que es hallada muerta en extrañas circunstancias. Por fortuna, entre bastidores se encuentra el excéntrico profesor Gervase Fen, quien halla mayor placer en resolver crímenes que en enseñar literatura inglesa. Y cuanto más investiga el caso, más cuenta se da de que todo aquel que conocía a Yseut habría sido candidato a asesinarla; pero ¿será capaz Fen de descubrir quién lo hizo en realidad? El cadáver de la joven ha dejado una pista reveladora: una reproducción de un extraño anillo en forma de mosca dorada.
Nos encontramos, de nuevo, ante un planteamiento clásico: una persona fallecida, muchos sospechosos con los que ella había tenido problemas y disputas y algunas pistas. Estas últimas no pasarán desapercibidas para un atento Fen, que será capaz de sacar a sus casillas a todas las personas involucradas con el simple objetivo de cimentar su fama como detective aficionado. Crispin resuelve la trama de forma perfecta, tomando los diferentes elementos y buscando una explicación rebuscada pero lógica. Además, una de las principales virtudes de esta novela es la gran cantidad de reflexiones que incluye: ya sean disquisiciones sobre el origen de los crímenes, paralelismos entre el arte detectivesco y la crítica literaria o el uso de una obra teatral como reflejo de la trama de misterio.
Es posiblemente la novela de Fen con más reflexiones de este tipo y también es la que, siendo perfectamente entretenida, resulta más lenta. Quiero pensar que, siendo la primera, el autor fue depurando su estilo para que las notas se integrasen mejor y de forma más dinámica. El resto de títulos de Crispin que he leído son mucho más rápidos, más inquietos, también menos reflexivos y creo que eso le va muy bien tanto al personaje como al tipo de narración (siempre con un trasfondo cómico) que aborda el autor.
“El misterio de la mosca dorada” es otro gran acierto de Impedimenta, una novela divertida, que se lee bastante rápido y que nos permite conocer los primeros
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