“Siempre se quería hacer la mayor, Marlene, con esa expresión seria. Tan reservada. Y mandona. Representaba que Lili era la alocada que hacía volar palomas, que reía y lloraba por nada y por todo. Sin relación aparente entre el motivo y el inicio del llanto o la avalancha de risas. Les gustaba pensar, a las niñas, que en eso Lili había salido a mamá… “. Así empieza Lili y Marlene, la historia de estas tres mujeres (la madre y sus dos hijas) que, empujadas por el amor, deciden abandonar su vida en Alemania para instalarse en Barcelona.
Anna Tortajada, conocida por sus libros de denuncia, pone sobre la mesa la historia de una relación tóxica contada desde la inocencia de las dos gemelas que se convertirán en protagonistas del relato, siendo ellas las dos pequeñas de la historia pero aportando a la vez los razonamientos más maduros del relato.
La novela comienza con un traslado fruto del amor entre la madre y su nueva pareja, que se conocen una noche de San Juan de vacaciones en Menorca y mantienen una relación a distancia tan intensa que la madre decide dejarlo todo para irse a vivir a “la ciudad de las cotorras”, como las niñas llaman Barcelona al llegar desde la capital alemana. Esta relación, sin embargo, poco a poco nos sumerge a todos (al lector, a las gemelas, a la familia y las amistades de la madre) en una historia de malos tratos donde no hay ni buenos ni malos pero todo el mundo es culpable de alguna manera.
A lo largo de las 294 páginas del libro, se puede captar la transformación de la madre, que tal como se adivina al primer fragmento que hemos leído, comienza siendo muy Lili: alegre, soñadora, curiosa y entusiasta, y poco a poco se va apagando bajo la dominación de su pareja y la soledad que la rodea.
Otro de los puntos fuertes de la historia es precisamente el personaje de la pareja, de quien no llegaremos a saber el nombre. Es a través de su compleja psicología como se evita caer en el tópico de catalogarlo como “El malo” sino tratarlo como otra de las partes, al igual de cómplice y desgraciada que la madre, incapaz de hacer que la relación funcione.
Sin duda, Tortajada consigue por completo su propósito de denuncia evitando poner nombre a los dos personajes principales. En todo momento se hace referencia a ella como “la madre” ya su pareja como “la pareja de mamá”, sin determinar si se trata de un hombre o una mujer con el fin de hacer llegar el mensaje que esas dos personas podemos ser todos y pueden ser nadie. Ya que todos, sea cual sea nuestro género, nuestra nacionalidad o nuestra orientación sexual, tenemos en nuestras manos la posibilidad de dejarnos someter o detener cualquier tipo de maltrato.
Todo ello crea una atmósfera tensa, ya que el lector tiene ganas de conocer más pero avanza la lectura con ese miedo de estarse acercando a un final trágico. No nos adelantaremos al desenlace, pero sí que es verdad que esta tensión se ve compensada por una voz narrativa fresca bajo la mirada de las dos gemelas que nos harán vivir la historia desde su perspectiva: perspicaz e inocente a la vez. Es así como la autora también evita darnos lecciones de moral, dejando libertad al propio lector para que sea él quien juzgue cada escena y complete así la experiencia de lectura.
Lili y Marlene es uno de esos libros que te marca: no porque sea la mejor novela del mundo, o porque te sientas identificado con la historia o alguno de los personajes (esperemos), sino porque su lectura no te deja indiferente y te hace ver el mundo desde otra perspectiva. Seguro que cualquier lector que recorra las páginas de la novela con la mirada se para a analizar las relaciones que le rodean, observa la forma en que la gente de su alrededor se comporta, se hace preguntas… y pasa a formarse una opinión mucho menos categórica sobre los buenos y malos ante un caso de maltrato psicológico.
Y si algo tiene este libro, más allá de si te sientes más o menos identificado o si te marca mucho o poco, es que tiene ese “no se-qué” que hace que seguro que lo recomiendes: en parte porque te ha gustado y en parte porque lleva implícita esa vertiente de crítica social y un trasfondo de advertencia sobre los amores incondicionales que tan a menudo frecuentan la literatura y que es necesario dar a conocer.
Editorial: Columna
Web editorial
ISBN: 978-84-664-1968-0
Páginas: 304
Precio: 18,50 €
Sobre el autor: Anna Tortajada (Sabadell, 1957) es escritora, traductora y guionista. Ya en bachillerato se interesó por la historia y el latín, que despertarían su vocación por la traducción, y a los veinte años se trasladaba en Alemania para estudiar Filología Hispánica. Actualmente vive en Berlín, desde donde arranca la novela Lili y Marlene, pero ha recorrido medio mundo para hacer trabajo de campo en varios países donde se ambientan algunas de sus novelas: Afganistán, Brasil, el desierto del Sáhara,... En el año 2000 presentaba su primer libro, Cruce de mundos, de la editorial Barcanova y desde entonces no ha dejado de publicar: novela histórica, juvenil, adaptaciones de cuentos tradicionales y todo tipo de géneros que la han galardonado con varios premios reconocidos de rama literatura.

Moltíssims gràcies per la crítica i el comentari, Laia. M’ha fet molta il·lusió trobar-me’l per la xarxa i l’he compartit al facebook.