Por fin llega “Selma”, la última de las películas que aún quedaban pendiente de estreno en nuestras salas de las 9 que optaban al máximo galardón en los Oscar de este año. Finalmente no se lo llevó, aunque sí premiaron su canción: “Glory” (de Common y John Legend), que ha sabido captar mejor que la película el alma de los hechos que relata.
Ava DuVernay, la primera mujer en llevarse el premio a la Mejor Dirección en Sundance por “Middle of Nowhere” (2012), ha sido la encargada de llevar a la gran pantalla la marcha histórica (de la que se cumplen ya 50 años) que reivindicando el derecho a voto de los ciudadanos negros, vio desfilar pacíficamente (pese a las reprimendas violentas de las fuerzas del orden público) a miles de ciudadanos recorriendo los 90 kilómetros que separan las localidades de Selma y Montgomery, con la figura de Martin Luther King liderando la misma. Un hito histórico en la lucha por los derechos civiles en EE.UU. que DuVernay ha querido plasmar con tanto rigor como le ha sido posible. Y es que se comenta que Steven Spielberg guarda como oro en paño los derecho de los míticos discurso de Martin Luther King para su propia versión de los hechos, con aquel “I have a Dream” incluido. El guionista Paul Webb reescribió los discursos de Martin Luther King intentando mantener la cadencia y la intención que tenían sus palabras.
Discursos a parte, Ana DuVernay ha sido muy meticulosa a la hora de narrar no sólo la propia marcha, sino también todo el proceso que la desencadenó, así como a la hora de retratar a sus impulsores, la figura del reverendo King y otros líderes del activismo social, e incluso las negociaciones entre el Dr.King y el presidente del país, Lyndon B.Johnson.
La experiencia de DuVernay como documentalista en cine y televisión le ha valido para conseguir trasmitir en “Selma” un rigor histórico más propio del documental que de la ficción. Con ese objetivo de fidelidad a los hechos, DuVernay adopta, en la mayor parte del filme, una posición distanciada, observadora, que consigue una película que bien podría servir como material de estudio en las clases de historia de los institutos de los EE.UU. Posición que por otro lado podría interpretarse como una falta de personalidad. Sólo un par de escenas (las más viscerales), escapan de la frialdad del conjunto del relato, tocando fibras sensibles y acercándose más, en forma y contenido, a la faceta televisiva de la directora. De hecho técnica y rítmicamente “Selma” tendría más coherencia como miniserie de la HBO que la que tiene como película.
El inglés David Oyelowo, el hasta ahora eterno secundario que vimos recientemente en “Interstellar”, destaca (como Martin Luther King) en un reparto que incluye nombres como los de Tim Roth, Cuba Gooding Jr. u Oprah Winfrey, que ha aprovechado su condición de productora de la película para hacerse con uno de los personajes secundarios más interesante, la activista Annie Lee Cooper, reservándose al mismo tiempo una de las mejores escenas del film.
Habrá que esperar a ver al Luther King de Spielberg para acabar de poner a “Selma” en su sitio.
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