Batman, gritos en la noche

2014-09-09

9.7Nota Final

En los albores de su cruzada contra el crimen, el Hombre Murciélago investiga una serie de asesinatos cuya brutalidad ha alarmado a los ciudadanos de Gotham City. Atípico caso en manos de un James Gordon recién nombrado comisario del Departamento de Policía, que tendrá que lidiar con la responsabilidad inherente a su nuevo cargo y con la dificultad de superar traumas del pasado.

Como si de uno de los mejores episodios de Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales se tratara, Batman tendrá que dejar de lado su posición de héroe y batallador para actuar como lo que realmente es: el mejor detective del mundo. Y lo tendrá que hacer en un caso que sobrepasa sus límites personales y los del comisario James Gordon.

Archie Goodwin y Scott Hampton se unieron en 1992 para crear esta pieza de arte que merece un reconocimiento tanto por el guión del primero como por el dibujo del segundo. Goodwin presenta un caso con el maltrato infantil como base, algo que pone a los personajes protagonistas en la cuerda floja, convirtiéndolos en bombas de relojería. Hampton, por su parte, utiliza su talento pictórico para engendrar una atmosfera lúgubre que nos introduce en la crudeza de la historia que se nos está contando. Un equipo artístico que ofrece lo mejor y consigue transmitir un mensaje y una crítica social que, por desgracia, es reutilizable 22 años después.

Batman se encuentra, pues, ante uno de sus casos más difíciles. No por la complejidad de los crímenes, puesto que estos no son del nivel intelectual propio de los típicos villanos contra los que ha luchado el Caballero Oscuro, sino por la violencia que el asesino inflige sobre sus víctimas y lo que estas representan. Si algo es bien sabido, es que lo que ha hecho que Bruce Wayne sea lo que es fue un trauma infantil. Y si algo es bien sabido también es que, desde entonces, ha utilizado su posición de millonario para ayudar a los niños que no han tenido la infancia que merecían. Es por eso que este caso profundiza en este sentimiento del protagonista, mientras conocemos la vida privada de James Gordon y partes de él que nunca antes habían sido planteadas y que descubrimos que están muy ligadas con su pasado.

Batman: Gritos en la Noche es precisamente eso: un grito en la noche. Un viaje por la parte más oscura y difícil no solo de los personajes protagonistas, sino de millones de infantes que no tienen a un Batman que les ayude. Tanto por su calidad artística como por su llamada social, Batman: Gritos en la Noche, es una novela gráfica que no puede faltar en ninguna estantería.