Arcade Fire, grupo canadiense que nació entre 2003 y 2004, ya consiguió la aclamación de la crítica con su primer álbum, “Funeral”, premiado como mejor disco de música alternativa. Después le siguieron “Neon Bible”, con un sonido más acústico y espectral, y “The suburbs”, que ganó el Grammy al mejor disco del año. Y ya con toda esa carrera, apenas corría el año 2010.
Mi experiencia con de contacto con Arcade Fire resurgió con su actuación en el Super Bock Super Rock de Lisboa de 2011, donde presentaban “Suburbs”. Desde entonces, o quizás ya desde “Funeral”, todo el ruido generado alrededor de los canadienses hacía que este “Reflektor” fuera uno de los discos más esperados del año.
Acompañados de James Murphy (Lcd Soundsystem) y colaboradores como David Bowie, los Arcade Fire se han sacado de las manga un disco que tras su publicación sigue dando mucho que hablar, sobre todo entre sus fans, por ser totalmente diferente de los demás.
“Reflektor” es un disco ambicioso, como ambiciosa es la duración de sus canciones, muchas de las cuales superan los 5 minutos. En la primera escucha te deja desconcertado, hasta el punto que la primera opinión que genera tu cerebro puede ser bastante negativa, sobre todo si entran en juego las comparaciones con el pasado. Pero como es imposible hacerlas, te sientes perdido.
Este “Reflektor” es un paso hacia los años 80, con sonidos electrónicos y sintetizadores, y algunos temas bailables como el que da nombre al disco y donde podemos oír a David Bowie participando de este corte electrónico y un poco psicodélico con Regine cantando en francés. Es la primera de las 13 canciones que nos presentan y que ya deja entender bastante bien el sentido de todo el álbum.
Después se van abriendo las puertas, de la caja de Pandora salen canciones como ‘Here comes the night time’,tema que parece venido del pasado, muy lejano para algunos, o los sintetizadores de ‘We exist’ o ‘You already know’, una canción bailable y divertida, prácticamente la única que nos hace recordar a los Arcade Fire de “The suburbs”. También contiene esta parte ‘Normal Person‘ una canción que nos recuerda a los grandes Rolling Stones.
La segunda parte del álbum es aún más obscura, y aunque podemos dejar de lado ‘Here comes the night time II’, ’Awful song (Oh Eurycides)’ es un tema que no deja indiferente y hasta consigue poner los pelos de punta en algunos segundos, tan solemne como sus coros. A esta la sigue ‘It’s never over (oh Orpheus)’, la mejor canción de la segunda parte.
Si sois fans de Arcade Fire i esperabais un álbum mejor que “Funeral”, debo deciros que este es simplemente un disco diferente y que, aunque podríais llegar a decir que no es igual de bueno, seguid escuchando y muy probablemente os acabará atrapando como hizo conmigo.
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