La película encargada de inaugurar fuera de concurso la 70 edición del Festival de cine de Venecia ha sido la esperadísima ‘Gravity’ de Alfonso Cuarón, en la que George Clooney interpreta a un experto astronauta que si se tercia podría batir el récord de permanencia en el espació y Sandra Bullock a una doctora novata en esto de las misiones espaciales. Todo se complicará cuando un accidente desencadene una serie de imprevistos.
Técnicamente prodigiosa, ‘Gravity’ es un espectáculo visual de primera, de los que se debe ver preferiblemente en 3D y en la pantalla más grande posible. Una de esas películas en los que los efectos especiales están al servicio de lo que se cuenta. Con una brillante fotografía de Emmanuel Lubezki (¿le caerá este año el Oscar que tanto merece?), impresionantes imágenes del espacio, de las naves y de la Tierra y brillantes y larguísimos planos secuencia trucados digitalmente (el del arranque de la película dura más de 20 minutos) en los que cámara flota en el espacio y consigue que el espectador se sienta inmerso en el espacio como uno de los astronautas protagonistas.
Cuarón acierta a construir la tensión a base de incidentes, accidentes y cuentas atrás, pero recurre a lo más manido y tópico para buscar el enganche emotivo y sentimental del espectador.
Para celebrar la 70 edición de la Mostra Internacional del Arte Cinematográfica de Venecia, el propio festival ha promovido ‘Venezia 70. Future Reloaded’: un encargo a 70 directores más o menos relacionados con la Mostra, de la realización de una pieza de entre 60 y 90 segundos sobre el cine, su futuro, el festival, su 70 aniversario y visto lo visto, lo que a cada uno le pareciera.
‘Venezia 70. Future Reloaded’ no es más que la sucesión de todas estas piezas independientes, ordenadas por estricto orden alfabético de acuerdo con el apellido de su director. Entre estas piezas hemos podido ver la silla de ruedas por Bernardo Bertolucci, el sugerente vídeo casero / cómico mudo de Abbas Kiarostami, a la madre de Kim Ki-duk preparándole una tortilla, los problemas con la memoria de la cámara de fotos de Atom Egoyan, a Paul Schrader paseando en plan hombre orquesta por Nueva York, la lluvia en una carretera grabada por Apichatpong o las cataratas de Iguazú por Trapero. Entre los seleccionados estaban también los catalanes Isabel Coixet y Lluís Galter.
Inauguración del resto de secciones
La sección Giornate degli Autori – Venice Days la ha inaugurado ‘Gerontophilia’ lo nuevo de Bruce LaBruce. Aunque algunos la anunciaban como la película escándalo de esta edición, el director canadiense esta vez abandona el sexo explícito y el cine casi underground, para hacer un sorprendentemente sutil relato de la relación entre un joven que se siente atraído por hombres de avanzada edad que trabaja en una residencia de ancianos y uno de los residentes.
El tema daba para un tratamiento mucho más escabroso y provocador, pero esta vez LaBruce ha optado por un tono comedido y amable, con unas notables interpretaciones por parte del dúo protagonista y una muy acertada selección de temas musicales. Lástima que el guión no acabe de sacarle todo el jugo a su valiente planteamiento.
Y la película seleccionada para inaugurar Orizzonti, la sección en el que se puede encontrar el cine más arriesgado y rompedor de toda el festival, el japonés Sion Sono y su ‘Why Don’t You Play in Hell?’, una nueva bizarrada del nipón que mezcla la guerra entre bandas yakuzas con un grupo de cineastas aficionados, el exitoso anuncio de un dentífrico, un toque de metacine y algo de magia. Cuando todo eso confluye, el resultado es un festín lleno de humor. Cine libre, sin reglas, en el que vale todo y las sorpresas surgen cuando uno menos se lo espera.
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