Es sin lugar a dudas la película que ha generado mayor división de opiniones. ‘La Grande Bellezza’ o se odia, o se adora. Algunos la encuentran hueca y pretenciosa y otros opinan que es una obra maestra. Yo estoy entre estos últimos.
Paolo Sorrentino realiza una actualización de ‘La Dolce Vita’ para hacer una dura crítica de la élite política, económica y cultural, la gente guapa, y la iglesia en la Italia actual. A base de un conjunto a priori inconexo de fiestas, hechos, ocurrencias, anécdotas y paseos por una bellísima Roma sin turistas y casi siempre nocturna. Una ciudad y una atmósfera de ensueño.
El nexo de unión de todos estos elementos es Jep Gambardella, un cínico escritor de 60 y tantos con una única novela e incapaz de escribir la segunda, interpretado por un soberbio Toni Servillo , una figura de referencia de esa casta de privilegiados en plena decadencia.
Y para ello Sorrentino se apoya en una apabullante puesta en escena, en un prodigioso trabajo de cámara y una excelente utilización de la banda sonora. Película arriesgada, sorprendente y tremendamente ambiciosa, barroca y excesiva en su forma, pero también lúcida y sugerente en el fondo.
‘Behind the Candelabra’ es la supuesta última película de Steven Soderbergh, director que se reveló en la edición de 1989 del Festival de Cannes con ‘Sex, Lis and Videotape’, su ópera prima, con la que se llevó la Palma de Oro. No parece que en esta ocasión vaya a ser así. Su recreación de la relación entre el pianista Liberace y Scott Thorson, uno de los amantes, compañeros, secretarios o chicos para todo con los que convivió se queda en correcta y convencional.
Sin lugar a dudas, lo mejor de la película son las interpretaciones de Michael Douglas y Matt Damon. También llama la atención el diseño del vestuario y la dirección artística de la película, ya que el gusto por el exceso y el kitsch más desprejuiciado de Liberace, son la excusa ideal para que sus responsables den rienda suelta a toda su imaginación.
En los Estados Unidos, la película se va a estrenar directamente en televisión ya que al parecer, opinan que es demasiado gay para las salas cinematográficas. Visto desde Cannes, todo parece una campaña de promoción de la HBO.
Como en ‘Es más fácil para un camello…’ da la impresión de que Valeria Bruni-Tedeschi se sigue mirando a su ombligo para encontrar inspiración para sus películas. Esta vez dirige, escribe y protagoniza ‘Un château en Italie’.
Louise, una cuarentañera muy rica, perdida y desorientada y plenamente consciente de ello, intenta encontrarse a ella misma y quitarse de encima la desazón que le provoca su vida. Cuando los espectadores vemos que la solución está en un personaje interpretado por Louis Garrel, nos tememos que por ahí no va la solución.
Si además su hermano mayor está enfermo y la familia debe ir deshaciéndose de su patrimonio para poder sobrevivir, la crisis de esta niña rica de 40 y tantos años y su familia está servida.
Una comedia escrita, dirigida e interpretada (¿dónde está la dirección de actores?) de forma muy libre que no consigue que todos esos elementos casen en una película sólida.
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