2011 se ha agotado, queda apenas pocos resquicios de un año marcado por tendencias, mudanzas, oportunidades y esperanzas. Según mis cuentas si estuviera escuchando música todo el día a todas a horas habría escuchado una media de 150.000 canciones este año. Un dato completamente irrelevante, lo admito, pero si pensamos un poco este número me lleva a pensar en lo importante que es la música en la vida de una persona. Más aún si detrás de cada canción hay momentos y sentimientos inolvidables.
Como por ejemplo el día en que volvía a casa con los amigos ya demasiado tarde y alguien se acordó de poner “Blackwater” de Carl Kennedy & Tommy Trash (feat. Rosie Henshaw) y la noche se nos fue de las manos. O si volviendo del trabajo para casa bajo una lluvia intensa escuchaba feliz “Have love will travel” de los the Sonics. Ese momento tonto cuando te has enamorado perdidamente de la vocalista de Those dancing days mientras cantaba “I’ll be yours”. Aquella noche calurosa de verano sentado en el mismo banco de jardín de siempre con tu mejor amigo hablando de una chica mientras escuchabas “Don´t give up” de los The whitest boy alive. O el día en que en tu fiesta de cumpleaños sonó “Jacqueline” de los The Coral. O el subidón de adrenalina que me dio “Chop Suey!” de los System of a Down que hizo que casi atropellara un perro salchicha mientras corría por la Barceloneta. O simplemente el día en que escuché “Mi primera combustión” de los Love of lesbian y no pude evitar alguna lagrima. O este mismo momento donde estas palabras se mezclan con la letra de “Candle burned out” de los Shout of louds. Miles de momentos que han quedado marcados en la mente, en el corazón y el reflejo de todo eso lo hemos derramado inconscientemente en nuestro proprio entrono.
Y volviendo a este 2011 que ya se está agotando, hablaré de un asunto que llevo pensando hace tiempo por su naturaleza polémica pero también inevitable. Así que me lanzo: Mejores álbums de 2011:
PJ Harvey – Let England Shake (cambio, determinación)
Arcade Fire – The Suburbs (entrañable, enfático)
Fleet Foxes – Helplessness Blues (sublime, completo)
The Strokes – Angles (polémico, arriesgado)
Nicolas Javr – Space is only Noise (revelación, atípico)
Digitalism – I love you, dude (buen gusto, caprichoso)
Mogwai – Harcore will never die, but you will (intransigentes, coherentes)
The Walkmen – Lisbon (revelación, prometedor)
The kills – Blood Pessures (madurez, sentido común)
The Horrors – Skying (elegancia, poder, soberbia)
Estas son mis preferencias para 2011 (que me perdonen el mundo del metal, del jazz, el punk, reagge, ska). Podría haber hablado de “The king of Limbs” de Radiohead, “Suck it and see” de los Artic Monkeys, “The world is yours” de los Motörhead, “The fall” de los Gorillaz, “The whole love” de los Wilco, pero creo que cuando uno llega a un nivel muy alto es difícil superarse a si mismo y todos estos ya se han superado a sí mismos con anteriores trabajos. Si pudiera añadir alguno más no me olvidaría seguramente de los Death cab of Cutie que han mejorado muchísimo con su nuevo trabajo “Codes and Keys” o The Drums con “Portamento”, The Rapture con “In the Grace of your love”, James Blake, Alexander, Lykke Li con “Wounded Rhymes”…
Cut Copy me han desilusionado. Esperaba más de ellos con “Zonoscope” y los Kasabian ahí están pero sin nada que añadir con “Velociraptor!”. Hubo dos grupos que los que aguardaba desesperadamente un nuevo trabajo este año que no llegó, The XX y The Magic Numbers, pero la verdad es que también me da miedo escuchar algo nuevo de ellos, por si la inspiración es un brote de locura que te pasa una vez por la cabeza y tienes que estar demasiado lucido para entenderla. Hay muy pocos que se arriesgan a hacer caso a su entendimiento. Y con esto cierro el año: Adiós 2011, Hola 2012.
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