Estas serán las primeras palabras de muchas historias que espero contar al largo de un tiempo que se presenta ilimitado. No voy a contar nada de nuevo y no tengo como objetivo dramatizar la realidad. Lo único que prometo es que mientras escriba estaré escuchando música y el resultado de mi producto emocional será reproducido en estos parágrafos.
Escuchar música es una necesidad que todos tenemos, unos más que otros, este sentimiento es innato al ser humano. Esa mezcla de sonidos, metálicos, de viento, electrónico o percusión acariciado por el instrumento más precioso jamás alguna vez construido, la voz, nos provoca un conjunto de sensaciones imprevisibles. Mucho se ha escrito sobre esto y no es mi objetivo hablar ahora sobre este asunto, prefiero que sea descubierto por vosotros mismos. Me callo, porque escuchar es callar y sentir es escribir.
Hoy me he despertado escuchando Tindersticks y al salir de casa me he quedado con la sensación de que estaba perdiendo mis referencias musicales de mi pasado y inevitablemente he pensado en dEUS. Es un grupo de Art-rock Belga que se hizo famoso principalmente con su álbum “Ideal Crash” editado en 1998 y que llevan inspirando a muchas bandas desde 1994.
Ahora mismo estoy escuchando este álbum, la melancolía que me transmite liberta en mi un conjunto de fuerzas indiscutibles, si escucho “The magic hour” me hace parar en el tiempo y a mi recuerdo viene una bruma narcótica de situaciones vividas en el pasado que entre si representan la realidad de la inquietante solidez de su sonido. Pero si hablo en estos términos no puedo dejar de destacar “Sister Dew” o “Magdalena” como una de las canciones más consistentes y integras de su propia filosofía.
Y con esto me vuelvo a callar. Trece años después dEUS lanzaran su misterioso sexto álbum, tercero desde que la banda se haya reestructurado en 2005. “Keep You Close” (Universal Music, 2011) salido al mundo este verano pasado. Al escucharlo siento un sonido, más sólido (aunque menos arriesgado) desde que en 2005 la banda se lavase la cara y por lo tanto han dejado que los de Tom Barman continuasen con el sello de Art-rock. Desde esa reestructuración, los primeros temas de los discos de dEUS nos han venido cautivando, ya desde el magnífico “Bad Timing” de aquel “Pocket Revolution“.
Con este último álbum sale a la luz la más oscura y dramática sonoridad, el ejemplo está en “The Final Blast” (algo tiene de Radiohead). Al igual que la estremecedora y terrorífica “Dark Sets In”, con esas voces de Barman, directamente traídas desde las entrañas, proyectando el carisma de los más grandes músicos. Puro nervio y explosión de un Art-rock perfecto, sin una sola concesión a la improvisación, como se fuese música de orquesta. Creo que se puede convertir en un verdadero Single.
Es cierto que nada suena fuera de lugar en “Keep You Close”, pero eso no quiere decir que sea un disco conservador, dEUS siempre rozan lo transgresor, incluso desde la madurez. En realidad al escuchar este último álbum he tenido la misma sensación que cuando he escuchado “The ideal Crash” en mis tiempos de universidad. “Keep you close” no es un disco fácil, de esos que te enamoras a primera vista, pero, acercándote un poco más, puedes descubrir tesoros melodramáticos, repletos de pequeños detalles. Canciones curradas con una marcada dualidad entre el sensual y psicológico, explosiones eléctricas al puro estilo dEUS. Melodías de piano hipnóticas, y, por encima de todo ello, las intrincadas melodías vocales de Tom Barman, un tipo con su increíble capacidad de seducción.
dEUS sigue siendo una banda con una personalidad propia y aunque haya tenido una crisis existencial en su madurez ha sabido encontrar su lugar, que no fue nada más que un re-descubrir de sus proprias origines. Aquí los tenemos para rato, los podemos ver en Barcelona el próximo 8 de Febrero en el Bikini.
Y porque las cosas no pasan por casualidad, hoy por la tarde repasando una revista de actualidad musical, veo que tocaban en el Rote Fabrik en Zürich donde aprovecharé para verlos por primera vez.
Al final si hoy he despertado con esta sensación y cuando justo acaba el día me reconcilio con ella misma es porque sé que no puedo renegar de mis origines musicales. Porque creo que cuando escuchas es necesario saber porque lo haces.
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